comenzaron a deteriorarse debido al asesinato de Hugo Spadafora y la destitución del presidente Nicolás Ardito Barletta.Las negociaciones para buscar su renuncia, que comenzaron bajo la presidencia de Ronald Reagan, finalmente no tuvieron éxito.Las fuerzas panameñas fueron rápidamente superadas, aunque las operaciones continuaron durante varias semanas.Endara juró como presidente poco después del inicio de la invasión.El Pentágono estimó que 516 panameños murieron durante la invasión, incluidos 314 soldados y 202 civiles.[9][10] Human Rights Watch describió la reacción de la población civil panameña a la invasión como "generalmente comprensiva".Múltiples sectores en los EEUU, especialmente del Partido Republicano estaban descontentos con esos tratados firmados por el presidente Carter.en lugar de la Unión Soviética en América Central, en particular al sabotear las fuerzas del gobierno sandinista en Nicaragua y los revolucionarios del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) en El Salvador.En tanto, en Estados Unidos, el senador Jesse Helms exigió que el gobierno estadounidense tomara las medidas necesarias para sacar a Noriega, pero el director de la CIA, William Casey, salió en defensa del general panameño, alegando que este realizaba tareas importantes para el gobierno de los Estados Unidos.En dicha academia se formaban militares latinoamericanos que recibían instrucción bélica con un marcado contenido político anticomunista por parte del Pentágono.En 1985, Nicolás Arditto Barletta renunció a la presidencia bajo presiones por tratar de esclarecer el atroz crimen de Hugo Spadafora, opositor del dictador, quien en reiteradas ocasiones acusó al general Noriega de diversos delitos, incluidos asesinatos y narcotráfico, siendo reemplazado por el primer vicepresidente Eric Arturo Delvalle.En 1986, el presidente estadounidense Ronald Reagan inició negociaciones con Noriega, solicitando que el líder panameño dimitiera después de que sus actividades criminales fueran expuestas públicamente en el periódico The New York Times por el periodista Seymour Hersh.[20] Reagan presionó a Noriega con varias acusaciones relacionadas con las drogas en los tribunales estadounidenses; sin embargo, como las leyes de extradición entre Panamá y los EE. UU.[21] En 1988, Elliott Abrams y otros en el Pentágono comenzaron a presionar para una invasión estadounidense.Asumió el control del gobierno Manuel Solís Palma como ministro encargado de la Presidencia.Sin embargo, el embajador de Panamá en Estados Unidos, Juan Sosa, fue reconocido como única autoridad del gobierno panameño en el exilio.Los Estados Unidos comenzaron un bloqueo abierto contra el gobierno leal a los militares panameños, lo que ocasionó una crisis económica, llegando incluso al congelamiento de los bancos para evitar la fuga de capitales.Durante este tiempo, los Estados Unidos negociaron condiciones para el retiro de Noriega del poder sin obtener resultados.La situación se tornó más confusa cuando sus compañeros pedían su anuencia para dar muerte a Noriega, lo que dio tiempo para que la rebelión fuera sofocada por fuerzas leales a Noriega.Giroldi y todos los hombres que lo respaldaron en su acción fueron fusilados por instrucciones directas de Noriega.[26] Sin embargo, ante las constantes negativas de Noriega y frecuentes fracasos en las negociaciones Estados Unidos estaba escéptico del resultado.El ataque empezó con el bombardeo de múltiples instalaciones políticas y militares.Elementos clave del mando y control de las FDP estaban estacionados allí.Se produjeron numerosas muertes civiles al ser alcanzados muchos edificios no militares.Tras esta certificación, el dirigente Arnulfista fue proclamado presidente y su toma de posesión fue validada con carácter retroactivo.En Rumania, el presidente Nicolae Ceaușescu, que estaba siendo derrocado en una revolución violenta, criticó la invasión como una "agresión brutal".[44] Human Rights Watch describió la reacción de la población civil a la invasión como "generalmente comprensiva".UU., de modo que el ejército podría ser utilizado como una fuerza policial en el extranjero, por ejemplo, en Panamá, para hacer cumplir una orden judicial federal contra Noriega.De los desaparecidos, 39 corresponden a militares y el resto son civiles.Por su parte, el Comité Panameño de Derechos Humanos contabilizó 556 muertos y 93 desaparecidos.
Teniente Roberto Paz del 2.º Batallón, 9.º Marines estadounidenses, muerto en un altercado con las Fuerzas de Defensa de Panamá el 16 de diciembre de 1989.
El presidente estadounidense
George H. W. Bush
hablando por teléfono el 20 de diciembre de 1989.
Incendio en El Chorrillo. 20.000 personas fueron desplazadas de sus hogares durante casi dos semanas. A día de hoy se sigue sin conocer el número exacto de muertos.
Soldados estadounidenses sosteniendo una bandera estadounidense en
La Comandancia
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Foto policial de
Manuel Noriega
tras su rendición a las fuerzas estadounidenses en 1990. Pasó en prisión o en arresto domiciliario el resto de su vida hasta que murió por un tumor cerebral el 29 de mayo de 2017 a los 83 años.