El Hospital Santo Tomás y sus jardines fueron declarados monumentos históricos nacionales mediante la Ley 26 de 1986.
En 1819 se inició la construcción de las nuevas instalaciones para reemplazar el viejo hospital.
El tiempo defendió al presidente Porras, 20 años después, cuando se encontraba en sus últimos días, la población panameña se triplicó y no pudo encontrar cama en este hospital, por lo tanto tuvo que asistir a un hospital privado donde murió a los 85 años en agosto de 1942.
Aún hoy en día, el HST es algunas veces llamado el elefante blanco, pero ya nunca más de forma despectiva.
A finales del siglo XX, era obvio que el hospital estaba en la necesidad de una renovación mayor.