[1] El gobierno oficial reconocido por los Aliados se exilió, junto con el Rey de Grecia, en territorio británico.
[2] Las fuerzas alemanas ocuparon algunas zonas de importancia estratégica, a saber: Atenas (bajo ocupación mixta italo-germana), Salónica con Macedonia Central, la zona fronteriza con Turquía y varias islas del Egeo, incluyendo la mayoría de Creta.
El gran sufrimiento y la presión del gobierno griego exiliado forzó a los británicos a levantar parcialmente el bloqueo y, desde el verano de 1942, la Cruz Roja Internacional fue capaz de distribuir suministros en cantidades suficientes.
[13] La matanza de Cefalonia sirvió como trasfondo para la novela La mandolina del capitán Corelli.
[16] Aunque los italianos querían anexionar Chamuria a Albania, los alemanes vetaron la propuesta.
Como resultado, las políticas alemanas antipartisanas y antisemitas se extendieron a este territorio.
El 29 de septiembre, las tropas búlgaras se trasladaron a Drama y las otras ciudades rebeldes para sofocar el levantamiento.
El terror y el hambre llegaron a ser tan grandes que el gobierno de Atenas sopesó planes para la evacuación de toda la población griega a la zona ocupada por Alemania.
[27] El mismo año el Ejército búlgaro amplió su zona de control a Macedonia Central, bajo supervisión germana, aunque esta zona no fue anexionada formalmente ni fue administrada por Bulgaria.
Le sucedieron en el puesto de primer ministro otros dos destacados colaboracionistas griegos: Konstantinos Logothetopoulos y, más tarde, Ioannis Rallis.
Al igual que en otros países europeos, hubo griegos dispuestos a colaborar con las fuerzas de ocupación.
Los alemanes estaban también deseosos de lograr el apoyo de los griegos y fomentaron las organizaciones fascistas locales, como la EEE (en griego antiguo: Ethniki Enosis Ellados), el EKK (Ethnikon Kyriarchon Kratos), el Partido Nacionalsocialista Griego (Elliniko Ethnikososialistiko Komma, EEK) acaudillado por George S. Mercouris y otras organizaciones menores favorables a los nazis, fascistas o antisemitas, como la ESPO ("Organización Patriótica Socialista Helénica") o la Sidira Eirini ("Paz de Hierro").
Aun así, unos miles de voluntarios griegos siguieron combatiendo junto al ejército alemán cuando éste abandonó Grecia en octubre de 1944, y lucharon en Eslovenia, Polonia y Alemania.
[28][29] Debido a estas actividades huyeron del país cuando la guerra terminó.
Los alemanes ordenaron al guardia del pabellón, el evzon Konstandinos Koukidis que arriase la bandera griega.
Algunos días más tarde, cuando la Reichskriegsflagge ondeaba sobre el terreno más alto de la Acrópolis, dos jóvenes patriotas atenienses, Manolis Glezos y Apostolos Santas escalaron por la noche la acrópolis y arrancaron la bandera.
Los alemanes respondieron rápidamente, quemando varias aldeas y la ejecución de 488 civiles.
Entre otros grupos de la resistencia se contaban una organización partidista de derecha, la Liga Griega Nacional Republicana (EDES), dirigida por un exoficial del Ejército, el coronel Napoleon Zervas, conocido republicano, y la Liberación Nacional y Social (EKKA), dirigida por el coronel Dimitrios Psaros, un monárquico.
Esta situación llevó a las batallas entre ELAS, EDES y los alemanes.
Al mismo tiempo, ELAS atacó y destruyó la formación militar de Psaros.
[32] Durante octubre y noviembre tanto EDES como ELAS sufrieron devastadores ataques de las fuerzas alemanas que se centraron poco después principalmente en atacar a la segunda organización.
[32] Hay pruebas de que Zervas luego llegó a un acuerdo con el ejército alemán.
[32] Los partidarios del ala derechista y alemanes acordaron no atacarse unos a otros.
Zervas, sin embargo, tenía órdenes, como ELAS, del cuartel general Aliado en Oriente Próximo de no atacar a los alemanes durante el invierno.
También cabe decir que en Grecia las tropas británicas entraron e impusieron un régimen corrupto que provocó una reacción de la Resistencia griega (EAM), no pudiendo Gran Bretaña mantener la situación bajo control.
Por otro lado en 1947 Estados Unidos se trasladó a este escenario y apoyó una guerra que costó ciento sesenta mil muertos.
Cuando se trazaron las zonas de ocupación, Tesalónica pasó a manos alemanas.
Periódicos judíos fueron cerrados, los antisemitas locales fueron alentados para publicar anuncios contra los judíos por las ciudades, y los hebreos de las zonas alemana y búlgara se vieron obligados a usar la estrella de David para que pudieran ser fácilmente identificados y quedasen aún más aislados de los griegos.
Familias judías fueron expulsadas de sus casas y arrestadas mientras la prensa controlada por los nazis ponía a la opinión pública en su contra.
En estas zonas su propaganda no fue tan eficaz ya que las antiguas comunidades judías romaniotas estaban bien integradas en la sociedad griega ortodoxa y no se distinguían fácilmente de los cristianos que, a su vez, estaban más dispuestos a resistir las exigencias de las autoridades alemanas.