Nectanebo II

El primer rey que vendrá después será de los Medos... extranjeros" Nectanebo subió al trono egipcio gracias al rey espartano Agesilao II, quien le ayudó a derrocar a Teos.

Sin embargo, pocos años después, un poderoso ejército de 300.000 soldados persas, dirigido por Artajerjes III Oco, derrotó a los egipcios.

Se cuenta en el libro I de dicha obra que Nectanebo dominaba todas las cosas con su poder mágico, y que gracias a esta práctica sometía a los ejércitos invasores, modelando réplicas de cera de los barcos y guerreros enemigos que sumergía en un barreño, quedando entonces igualmente sepultados hombres y navíos en el océano.

A su regreso, Filipo no toma ninguna medida contra su esposa, asombrado por los varios prodigios que le muestra Nectanebo tanto en sueños como durante sus banquetes para engañarle sobre la procedencia divina del aún no nacido Alejandro.

Golpeándose en la nuca, Nectanebo comprende que la herida es fatal y decide entonces revelar toda la verdad a Alejandro sobre su reinado en Egipto, su viaje y el engaño con el que consiguió seducir a su madre.