[3] Con toda probabilidad Alejandro todavía era muy pequeño cuando ella le dio a entender que Filipo no era su padre.
Según Plutarco, Olimpia mantuvo a su alrededor las serpientes domesticadas del culto tracio primitivo.
A partir de ese momento su vida se ve envuelta en intrigas políticas y asesinatos.
En primer lugar mandó asesinar a la última esposa legítima de Filipo, hecho que fue muy reprochado por Alejandro, su hijo.
Cuando Olimpia mandó asesinar a Eurídice II y a Filipo Arrideo (rey de Macedonia tras la muerte de Alejandro Magno), Casandro, el eterno rival, sublevó a parte del pueblo contra ella y finalmente la hizo ejecutar.
Después de este fracaso pretendió ganar terreno con la difamación y la calumnia hacia Alejandro.
Pero los macedonios no estaban de acuerdo con este comportamiento y comenzaron a retirarle su apoyo.