Sin embargo, en su tiempo fue una solución muy eficiente para los problemas de potencia, peso y fiabilidad.
Las vibraciones eran un serio problema en los motores de pistón convencionales, que obligaban a añadir pesadas hélices.
Motores rotatorios con cilindros en número par, son comúnmente del tipo en "doble estrella".
Debido a la gran inercia de los motores rotatorios, es posible ajustar la mezcla aire/combustible por prueba y error sin perder velocidad.
Para mediados de la Primera Guerra Mundial, se hizo necesaria alguna forma de controlar la aceleración para permitir a los pilotos volar en formación, introduciendo carburadores mejorados los cuales permitían reducir la potencia hasta en un 25 %.
El piloto podía colocar la válvula de aire en la posición deseada, entonces se reajustaba la mezcla aire/combustible.
Pilotos experimentados periódicamente desaceleraban en forma suave para asegurarse que la mezcla no era muy rica: una mezcla pobre era preferible, ya que la recuperación de la potencia era inmediata cuando el suministro de combustible se incrementaba, mientras que una mezcla demasiado rica podía tardar hasta 7 segundos para recuperarse, y también podía causar carbonización de las bujías y los cilindros y ahogar el motor.
Por lo tanto el Monosoupape tenía un solo control que permitía regular la velocidad en un rango limitado.
[1] Lawrence Hargrave desarrolló su primer motor rotatorio en 1889 usando aire comprimido, con la intención de usarlo en vuelo propulsado.
[1] El Adams-Farwell fue otro de los primeros motores rotatorios estadounidense que empezó siendo fabricado para automóviles en 1901.
Emil Berliner patrocinó su desarrollo como un motor liviano para sus helicópteros experimentales que nunca tuvieron éxito.
También se ha afirmado que el diseño de Gnome se obtuvo a partir del de Adams-Farwell, debido a que un automóvil Adams-Farwell fue mostrado al Ejército francés en 1904.
Al contrario que los motores Gnome posteriores, el Adams-Farwell rotatorio tenía válvulas de admisión y escape convencionales montadas en la cabeza del cilindro.
[1] El motor Gnome fue un trabajo de los tres hermanos Seguin, Louis, Laurent, y Augustin.
En 1906 el hermano mayor, Louis, formó la Société des Moteurs Gnôme para construir motores estacionarios de uso industrial, adquiriendo a la Motorenfabrik Oberursel la licencia para producir el motor estacionario monocilíndrico.
El peso del Monosoupape fue ligeramente menor al modelo anterior de dos válvulas y usaba menos aceite.
El Monosoupape de 100 HP contaba con 9 cilindros, y desarrollaba su potencia nominal a las 1200 rpm.
[10] A medida que la guerra progresaba, los diseñadores de aviones demandaban cada vez más potencia.
El rotativo no podía hacer esto debido al arrastre de los cilindros a través del aire.
Esto se logró mediante la utilización de engranajes cónicos en la parte posterior del cárter, lo que resultó en el Siemens-Halske Sh.III, funcionando a 1800 rpm con un par neto bajo.
Para cuando terminó la guerra, el motor rotativo se había vuelto obsoleto, y dejó de usarse rápidamente.
La más famosa motocicleta (probablemente porque ganó muchas carreras) es la Megola, la cual tenía un motor rotatorio dentro de la rueda delantera.
Autos con motores rotativos fueron construidos por compañías estadounidenses como Adams-Farwell, Bailey, Balzer e Intrepid, entre otros.