En 1872, ya como ingeniero, navegó en el Maria en un viaje a Nueva Guinea, pero el barco naufragó.
Regresó a Sídney, y se incorporó a la Real Sociedad de Nueva Gales del Sur en 1877, y en 1878 se convirtió en observador astronómico asistente en el Observatorio de Sídney.
Ocupó este cargo durante unos cinco años, retirándose en 1883 sin logros especialmente destacables.
[5] Hargrave había estado interesado en experimentos de todo tipo desde una edad temprana, particularmente los relacionados con los aviones.
En su carrera, Hargrave inventó muchos dispositivos, pero nunca solicitó una patente para ninguno de ellos.
Este experimento fue ampliamente divulgado y estableció las cometas de caja como soportes aerodinámicamente estables.
Hasta 1909, el avión con alas similares a cometas de caja era el tipo habitual en Europa.
Aun así, aunque muchos otros pioneros del vuelo asimilaron sus iniciativas, no fue suficientemente apreciado durante su vida.
Poseedor del optimismo esencial para un inventor y de una gran perseverancia, no se dejaba desanimar por los fracasos fácilmente.
Muchos hombres despreciaron sus esfuerzos, y pocos tuvieron fe en los progresos que se derivarían de su trabajo.