Posee el título de villa ducal y su casco antiguo está declarado conjunto histórico-artístico.
Las pedanías son: La villa debe su nombre al montículo situado en el casco antiguo, conocido como Pla de Santa Bárbara.
Los más antiguos pertenecen al de los grupos cazadores-recolectores epipaleolíticos, Arte Levantino (10 000-6500 años antes del presente), una expresión pictórica figurativa (no naturalista como erróneamente se califica).
Le siguieron las expresiones, también creenciales, de los grupos productores neolíticos, el denominado arte esquemático (6500-3200 años antes del presente), una manifestación sustentada en la abstracción.
La secuencia de hallazgos se interrumpe hasta que, en 1977, un equipo integrado por Anna Alonso, Marisa Melgarejo y Orencio Medina, reconocen una nueva figura levantina en el Mas d´en Llort.
La villa creció rápidamente; en 1170 ya están documentados el castillo y una pequeña iglesia románica dedicada a Santa María.
Hoy en día sólo hay dos más: en Oliva y en Onteniente, ambas en Valencia.
Malas cosechas, epidemias y la Guerra civil catalana acabaron con el crecimiento espectacular de la Villa Ducal.
Durante los siglos XVI y XVII se produzco una mejoría pero la Guerra de los Segadores fue un golpe muy duro para la villa; se destruyeron parte de las murallas, se quemaron los archivos y, durante su retirada, las tropas castellanas del general Palavicino bombardearon la iglesia gótica de Santa María.
Se produjeron asaltos, saqueos e incendios, todo ello arruinó definitivamente la población, que perdió su peso económico y político.
Para dejar paso a los carros llenos de aguardiente, entre los años 1855 y 1865 se destruyen los arcos que cubrían la calle mayor.
Todo esto acabó con la llegada de la filoxera, que arruinó las vides completamente.