Del retablo se conservaron fragmentos que están guardados y reagrupados en el Museo Comarcal de Montblanch.
Los rasgos estilísticos de la obra apuntan al estilo del primer renacimiento en Cataluña, en el siglo XVI.
Terminada la guerra civil española, un grupo de jóvenes arregló las estancias y cubrió el tejado.
Su tarea significó arreglarla casi completamente, reconstruir la fuente, colocar una copia del retablo de Damián Forment, etc.
Además, el Club Atlétic Montblanc organiza una caminata a pie y una subida corriendo desde Montblanch hasta la ermita.
En este mirador hay un retablo de azulejos que indica cuáles son los pueblos y las sierras que se pueden ver: Montblanch, Barbará, Forès, Solivella, Sierra del Tallat, Miramar, Montserrat, Andorra, el Canigó, el macizo de la Maladeta con el Aneto, etc.