Solivella

En el siglo XIII, pasó a manos de la familia Anglesola quienes, en el siglo XIV, vendieron su posesión al monasterio de Santes Creus aunque poco después recuperaron la posesión.

La principal actividad económica es la agricultura, especialmente los viñedos.

El pueblo se estructuró alrededor del antiguo castillo y se cree que estuvo rodeado de murallas.

Del castillo solo quedan las ruinas ya que sufrió daños importantes durante las guerras carlistas.

Solivella celebra su fiesta mayor a mediados de agosto.