También está la capilla del Santo Sepulcro, con la imagen de Jesucristo muerto, que es la que se saca en procesión por las calles de Montblanch el Viernes Santo por la noche.
Al lado del altar mayor está la Cruz Verde (o de las Virtudes).
Tiene 118 cm y la parte superior de madera es más reciente ya que fue mutilada en el siglo XIX.
Fue coronada canónicamente en 1906 y desde entonces cada 25 años se celebra una fiesta de conmemoración extraordinaria.
Está custodiada por cuatro imágenes de mujeres bíblicas: Raquel, Salomé, Rebeca y Judit.
El muro tras el altar mayor está pintado del siglo XX, ya que durante la Guerra civil española quedó totalmente dañado.
También se accede a la plaza de la Serra por el paseo Conangla i Fontanilles.
La iglesia se consagró en 1365 y el santuario pronto corrió su fama por toda Cataluña hasta llegar a ser el segundo más visitado (detrás de Montserrat) durante la época medieval.
Varios papas de Roma concedieron indulgencias a los peregrinos que visitaran la Serra y diferentes monarcas catalanes le concedieron al santuario regímenes fiscales y jurídicos favorecedores.
Durante la Guerra del Francés sirvió de cuartel a tropas francesas, que evitaron dañar la iglesia, haciendo marchar a las monjas y quedándose en el convento.
En 1835, durante la revuelta anticlerical, se lanzó la imagen del siglo XIII desde arriba de su camarín, resultando muy dañada.
En 1981 se celebraron las fiestas más lucidas (75 º Aniversario de la Coronación).
Entonces se le rendía homenaje ante un representante del arzobispo y quedaba nombrada por tres años.
Los esfuerzos de los hombres para hacerlos volver a arrancar fueron inútiles.
Así que era un lugar santo, y en ese cerro decidieron edificar una iglesia para la Virgen, era la colina de la Serra.