Gens Valeria

Publio Valerio Publícola jugó una parte señalada en la historia de la expulsión de los reyes romanos y fue elegido cónsul en el primer año de la República, 509 a. C. Desde ese tiempo en adelante, hasta el periodo más tardío del Imperio, durante casi mil años, el nombre Valerio aparece con más o menos frecuencia en los Fasti y fue llevado por los emperadores Maximino Daya, Maximiano, Majencio, Diocleciano, Constancio I, Constantino I el Grande, y otros.

[4]​ También se les permitió enterrar a sus muertos dentro de las murallas, un privilegio también concedido a algunas otras gentes; y cuando cambiaron la vieja costumbre del enterramiento por la de cremación del cadáver, aunque no encendieran la pira funeraria en su necrópolis, el féretro se puso allí, como manera simbólica de preservar su derecho.

Otros praenomina favoritos de los primeros Valerios incluían Publio, Marco, Manio y Lucio.

[1]​ También emplearon Cayo como se puede ver en los aristócratas Cayo Valerio Flaco, cónsul en el año 93 a. C., y Cayo Valerio Levino, cónsul en el año 176 a. C. La gens Valeria estaba dividida en varias familias bajo la República, alguno de cuyos nombres son Corvo o Corvino, Faltón, Flaco, Levino, Máximo, Mesala, Potito, Publícola, Tapón, Triario y Voluso.

En las monedas de los Valerios encontramos los cognomina Acísculo, Catulo, Flaco y Barbato.

Manio llevó el cognomen adicional de Máximo, el cual pasó a sus descendientes.

Esta familia, como muchas otras antiguas familias romanas, desaparece en el tiempo de las guerras samnitas; pero el nombre resurgió más tarde en la gens Valeria como praenomen; un Potito Valerio Mesala fue consul suffectus en 29 a. C. La práctica de usar nombres de familias extintas como praenomina fue común en otras gentes; en la gens Cornelia, los Léntulos adoptaron el cognomen extinto Coso como praenomen.

[1]​ El apellido Mesala fue originalmente asumido por Manio Valerio Máximo Corvino Mesala tras liberar Mesina (Sicilia) del bloqueo al que la sometían los cartagineses durante el segundo año de la primera guerra púnica, en 263 a. C. Miembros de esta familia aparecen por primera vez en los Fasti Consulares de 263 a. C. y por última vez en 506 d. C.; y, durante este período de casi ocho siglos, ostentaron veintidós consulados y tres censuras.

En este caso, el origen del nombre no es evidente, aunque podría aludir a alguna conexión con los Cornelii Scipiones; Lucio Cornelio Escipión Asiático era el hermano menor de Escipión "El Africano", y su apellido se transmitió en su familia durante varias generaciones.