De legibus

Se inspira en la homónima obra de Platón.

Cicerón adhiere a la doctrina estoica según la cual las leyes no son el fruto de simples convenciones, sino que se fundamentan en el Derecho natural, basado en la razón innata de todos los hombres.

Esta obra había sido concebida en defensa de las viejas leyes constitucionales, interpretadas con espíritu rígidamente conservador, donde cada ley y cada institución estaba justificada, con el objetivo de que el poder se mantenga en manos de la clase dirigente.

Del resto de la obra se destaca la parte introductiva, que trata de la ley y el derecho natural, entendida como voz íntima de la conciencia y exaltando la hermandad entre los hombres.

Las argumentaciones de los tres libros están así subdivididas: