Coronel Manuel José Olascoaga (Mendoza, 1835 – ibíd., 1911) fue un ingeniero, intelectual, militar, escritor, artista, explorador y político argentino.
Hijo del inmigrante vasco Manuel Olascoaga y la cordobesa Micaela Giadaz, se educó en el convento franciscano de su ciudad natal y luego en el internado que dirigía Alberto Larroque en Buenos Aires.
Pese a que sus padres acababan de morir, Olascoaga se puso espontáneamente al frente de milicias voluntarias, con las que se dedicó a frenar los saqueos.
Lo logró por medio de fusilamientos y azotes sin más límite que su propia decisión.
[2] Organizó también un servicio de correos, cuya oficina era un gran baúl bajo un árbol, vigilado y administrado por él, a través del cual se pidieron auxilios al resto del país.
En tal carácter, derrotó al coronel federal Francisco Clavero en el combate de Molinos.
Marchó con este a San Juan, participando en la victoria sobre el coronel Julio Campos.
En mérito a esta obra recibió una medalla de oro otorgada por el gobierno.
Diseñó y construyó los canales de riego que abastecieron esa última ciudad.
[2] Renunció a su cargo en 1891 y regresó a Mendoza, donde fue ministro de Hacienda y compró la finca El Plumerillo, ubicada donde había estado el campamento del Ejército de los Andes.
[2] En 1894 fue nombrado perito de los límites con Bolivia, y realizó todas las mensuras necesarias para la aplicación de los tratados que fijaban las fronteras con ese país, ocupando ese cargo durante ocho años.
Curiosamente, nunca escribió una línea acerca de los hechos en que tuvo participación durante las guerras civiles en Cuyo.
La estatua presenta a Olascoaga con capote militar, teniendo en la mano izquierda un libro y en la derecha un teodolito.