Se destacó como un hombre compasivo y muy eficiente, organizando el reparto de auxilios enviados a las víctimas.
Por mucho tiempo se recordó en Mendoza que había logrado salvar una gran cantidad de vidas.
Pero al llegar la expedición de Wenceslao Paunero y Domingo Faustino Sarmiento a Cuyo, éstos le exigieron la renuncia.
Durante la guerra civil contra las fuerzas de Ángel Vicente Peñaloza se negó a tomar partido, por lo que pasó varios meses en la cárcel.
Pocos días después derrotaron en San Rafael al coronel Irrazábal, el asesino de Peñaloza.
La situación era realmente peligrosa para el gobierno nacional, que envió fuerzas poderosas desde el frente de la guerra del Paraguay para enfrentarlos.
Todos sus dirigentes huyeron a Chile, excepto Varela, que resistió casi un año más.