Desde allí escaparon hacia las tolderías de los indios ranqueles, siguiendo al cacique y coronel Manuel Baigorria.
En 1847 enfrentaron un malón encabezado por el caudillo unitario Manuel Baigorria, al que Juan Saá hirió personalmente en la cara.
Poco después fue reemplazado por Juan Esteban Pedernera, y ayudó a fundar Fuerte Constitucional, actualmente la ciudad de Villa Mercedes.
En San Juan, después de la muerte del exgobernador federal Nazario Benavídez, había tomado el poder el interventor nacional Virasoro, que se mostró como un gobernante excepcionalmente torpe.
Pero Aberastain le negó del derecho de entrar en la provincia, y menos con tropas, mientras formaba apuradamente un pequeño ejército.
Aberastain fue llevado prisionero hacia San Juan, pero sus conductores lo acusaron de querer escapar y lo fusilaron.
El presidente Derqui no lograba el poder correspondiente a su cargo, ya que estaba muy condicionado por el comandante de su ejército, Urquiza.
Pero fue detenido en las costas del Río Negro por el coronel Máximo Pérez y tuvo que regresarse al sur.
Entre estos se hallaba Carlos Juan Rodríguez, exministro de Saá, que inmediatamente formó un gobierno.
Este derrotó a Saá en abril, en una batalla terrible en el paso de San Ignacio sobre el río Quinto.
La caballería nacional de Iseas huyó, pero el coronel Luis María Campos atacó con su infantería y desorganizó a los federales, que fueron masacrados.
Juan Saá regresó a su país en 1880, donde solicitó ser reincorporado al Ejército Argentino, e incluso que le permitieran ser candidato en elecciones.