Las formas de arte visual que representan los genitales femeninos han sido tanto bidimensionales (pinturas) como tridimensionales (estatuillas).
En 1866, Gustave Courbet pintó el retrato de una mujer desnuda en donde se describían sus genitales femeninos, titulado El origen del mundo.
La vagina ha sido conocida por numerosos nombres, incluyendo el antiguo vulgarismo coño, eufemismos ("jardín de la dama"), argot ("pussy"), y epítetos peyorativos.
Por ejemplo, pudendum, el término latino usado en la medicina inglesa para los genitales externos, literalmente significa cosa vergonzosa.
Como un aspecto del culto a las diosas, tal reverencia puede ser parte de las creencias neopaganas modernas.
[7] La base del yacimiento albergaba trabajos que dieron nombre a una de las facies del Paleolítico Medio, el "Mousteriense tipo Ferrassie" (despojos de Levallois, numerosos raspados laterales y puntas, denticulados atípicos, bifaces ausentes).
Junto con los grabados esquemáticos y las pinturas de animales, también existen numerosos símbolos, como los denominados ''palos''.
La mayoría de ellos tiene cabezas pequeñas, caderas anchas, y piernas que se estrechan hasta un punto.
[9][10][10][11][12][12][12][13][12][13][10][10][14][14] Sheela na gigs son unos tallados figurativos de los siglos XI y XII, en el que representan a mujeres desnudas mostrando una vulva exageradamente grande.
Se dice que aquellos tallados sirven para evitar ser víctima de la muerte y el mal.
Se dice comúnmente que su propósito era mantener alejados a los espíritus malignos, mediante el uso de la magia apotropaica.
La implicación de estos relatos era que el tener relaciones sexuales podrían provocar lesiones, emasculación, o la castración para el hombre involucrado.
[22][23] En 1966, la artista francesa Niki de Saint Phalle colaboró con los artistas dadaístas Jean Tinguely y Per Olof Ultvedt en la instalación de una enorme escultura llamada "hon-en katedral" (también deletreado "Hon-en-Katedrall", el cual significa "ella-una catedral") para Moderna Museet, en Estocolmo, Suecia.
Consiste en 39 espacios elaborados, a lo largo de una mesa triangular con 39 figuras femeninas históricas y míticas.
Desde 2007, ha estado en exposición permanente en el Centro de arte feminista Elizabeth A. Sackler, en el Museo Brooklyn, Nueva York.
Cada uno de los monólogos aborda un aspecto de la feminidad, tocando temas como la actividad sexual, el amor, la violación, la menstruación, la mutilación genital femenina, la masturbación, los partos, el orgasmo, los varios nombres comunes para la vagina, o sencillamente como aspecto físico del cuerpo.
Mark Stern de la revista Slate, quien calificó la pintura como «una piedra angular del movimiento realista francés» deslumbrante y brillante, declaró que posteriormente el profesor había denunciado a la red social, ya que presuntamente violaba su libertad de expresión.
[38][39][38][40] 101 Vagina es un libro de fotografías en blanco y negro publicado en 2013 por Philip Werner al que acompaña un prólogo escrito por el músico Toni Childs.
El libro contiene 101 fotografías en primer plano de desnudos, tomadas sin fines provocativos, junto con una historia o mensaje escrito por cada mujer sobre su vagina.
La fotos e historias del libro fueron exhibidas cinco veces en Australia en 2013, con una gira en seis localizaciones por Estados Unidos y Canadá en 2014.
En Sídney, la exposición fue visitada por la policía, respondiendo a una queja de que las imágenes eran visibles desde la vía pública.
En 2014, en Art Basel Miami, Marquise actuó en una obra de instalación llamado "Cuerpo como mercancía", en la Galería VECTOR.
Previaente, Brine y Marquise habían colaborado en el cortometraje erótico-satánico El visitante, escrito por Brine y donde Marquise interpreta a la María bíblica, que se masturba con un cuchillo mientras canta versos patriarcales, como una referencia a la mutilación genital femenina en Egipto .
Lo paradójico, es que si bien la policía acusó a Igarashi por sus obras artísticas de vaginas y vulvas, existen varios festivales fálicos en Japón, cuyos participantes desfilan con grandes esculturas de penes, práctica que las autoridades consideran aceptable.