Ana Mendieta

Elaboró performances que evocaban las tradiciones populares centrándose con frecuencia en la práctica de santería.

En sus piezas utilizaba a veces la sangre "como un elemento mágico y poderoso" que evocaba el poder de la sexualidad femenina y el horror de la violencia sexual masculina.

En sus fotografías auto-retrato distorsionaba sus rasgos en vidrio, se imaginaba a sí misma goteando en sangre o disfrazada de hombre pegándose vello facial.

[4]​ A lo largo de su carrera trabajó en Estados Unidos, Cuba, México e Italia.

Ana Mendieta nació en Cárdenas en una prominente familia de la política y la sociedad cubana.

[8]​ Para Ana era una aventura (...) cuando llegó a Miami besó el suelo" explicó más tarde su hermana Raquel.

Pasaron las primeras semanas en un campamento de refugiados hasta ser trasladadas a Dubuque, en Iowa.

Ana Mendieta pasó seis años entre hogares de acogida e iglesias-vivienda hasta que volvieron a reunirse con su madre y su hermano.

[7]​ En esa época las palizas y el confinamiento eran castigos comunes por el menor delito, las hermanas se separaron y pasaron varios años de un hogar de acogida a otro, aunque según explicó Raquel tras su muerte, siempre estuvieron especialmente unidas e incluso la ayudó en algunas ocasiones a ejecutar sus obras.

México se convirtió en algo así como su lugar de acogida y fueron los primeros viajes a este país el punto inspiración para su serie "Silueta" en el que invirtió siete años de su carrera (1973-1980).

Su cuerpo fue encontrado en un dormitorio una noche durante las vacaciones de primavera, había sido salvajemente golpeada y ahogada hasta la muerte.

"No teníamos una agenda ni una forma de pensar unificadas", explica Attie, otra de las artistas fundadoras, "excepto que queríamos todo lo que los hombres tenían en el mundo del arte.

Cuando Edelson organizó una fiesta de disfraces para Louise Bourgeois, Mendieta se vistió como Frida Kahlo.

Fue a través de Nancy Spero que Mendieta conoció al artista minimalista Carl Andre en la A.I.R.

y un año después utilizó sus trabajos para ilustrar uno de sus artículos en Art in America.

[8]​ Mendieta había conocido la santería -sincretismo entre catolicismo y tradiciones africanas yoruba- a través los criados en su casa de Cuba.

Mendieta comenzó a crear «objetos» de arte, incluyendo dibujos y esculturas.

Se enamoró de la ciudad, describiéndola a sus amigos como un cruce entre Cuba y Nueva York.

Justo antes de su muerte, los vecinos habían oído a la pareja discutiendo violentamente,[19]​ aunque no hubo ningún testigo del altercado.

Posiblemente Ana Mendieta haya sido la primera persona en combinar dichos géneros, creando uno nuevo, al que bautizó como esculturas «earth-body».

La primera vez que Mendieta utilizó sangre para hacer arte fue en 1972, cuando creó la obra Sin título (Muerte de un pollo), en la cual estaba su cuerpo desnudo delante de una pared blanca sosteniendo por sus pies un pollo recién decapitado con sangre salpicada en su cuerpo desnudo.

Mendieta dedicó mucho tiempo y pensamiento en la creación de las fotografías como lo hizo en las esculturas mismas.

[17]​ Regresó a La Habana, Cuba, el lugar de su nacimiento y del nacimiento de este proyecto, pero ella seguía explorando su sentido del desplazamiento y la pérdida, según Clearwater.

[17]​ Body Tracks (Rastros corporales) son marcas largas y borrosas hechas por las manos y los antebrazos de Ana Mendieta, cuando se deslizó por un pedazo grande de papel blanco durante una actuación principal con pulsante música cubana.

Se encontraba desnuda de cintura para abajo y llena su propia sangre.

[33]​ Una grabación de Andre al 911 lo registró diciendo: "Mi esposa es una artista, y yo soy un artista, y tuvimos una pelea sobre el hecho de que yo estaba más, eh, expuesto al público que ella.

Sus declaraciones iniciales diferían de lo que había grabado en el mensaje a emergencias.

El juez no encontró a Andre culpable aduciendo que existía una duda razonable.

Muchas figuras poderosas en el mundo del arte de Nueva York se unieron en esto".

[38]​ El grupo depositó un montón de sangre animal e intestinos frente al establecimiento, con las manifestantes en chándales transparentes con "Deseo que Ana Mendieta siguiera viva" escrito sobre ellos.

Salón «del arte femenino», con la presentación de fotografías de las artistas Ana Mendieta, Cindy Sherman y Helena Almeida , entre otras. Trabajos presentados en el Museo Colección Berardo de Lisboa , 2006.