Después de pasar su niñez y adolescencia en Lincoln se trasladó a Buenos Aires.
Jauretche combatió con las armas a los insurrectos, y luego desarrolló una intensa actividad política contra estos.
El conflicto de Jauretche con la línea dirigente del radicalismo, encabezada por Alvear, no tardó en profundizarse; cuando este último decidió en 1939 levantar la decisión de no presentarse a elecciones para mostrar el desacuerdo del partido con el régimen imperante, un importante grupo de la izquierda del radicalismo decidió formar una agrupación disidente.
Con respecto a la política interior, aducían que el gobierno de Justo intervenía las provincias donde ganaban partidos opositores al gobierno, y que el salario y la desocupación habían empeorado.
Hacia 1940 Jauretche rompió con Dellepiane y del Mazo, que se reincorporaron a la línea oficial de la UCR.
Raúl Scalabrini Ortiz, siempre próximo al ideario del movimiento, se afilió a él, formando junto con Jauretche la dupla dirigente.
[2][3] No volvería a aparecer públicamente hasta que en 1955 la Revolución Libertadora derrocara a Perón; exento de las persecuciones políticas por haber estado apartado del gobierno en los últimos años,[cita requerida] fundó el semanario El '45 para defender lo que consideraba los 10 años de gobierno popular, criticando duramente la acción política, económica y social del régimen de facto, pero fue clausurado al tercer número.
La dureza de su oposición le valdría la persecución política y el exilio en Montevideo.
También contra la representación que la clase media hacía de la organización peronista, como motivada por el "resentimiento" contra los más pudientes, se quejaba en una amistosa carta al científico y escritor Ernesto Sabato; en la que afirmaba:
Aunque autores revisionistas venían propugnando una reinterpretación de la historia argentina —criticando la visión canónica, consagrada sobre todo por Bartolomé Mitre y Sarmiento, que había representado el desarrollo nacional en términos de la oposición entre civilización y barbarie— ya desde la década del '30, no sería hasta que la Revolución Libertadora identificara explícitamente a Perón con Juan Manuel de Rosas que la misma comenzaría a cobrar fuerza.
En 1959 Jauretche publicó Política Nacional y Revisionismo Histórico, donde elaboró su propia posición en el seno de una corriente revisionista profundamente dividida, tanto con respecto a su relación con las bases que lo habían hecho posible en las décadas precedentes, como con respecto a las cuestiones propiamente históricas.
Mientras tanto, y abogando por cualquier medio que permitiera interrumpir la continuidad de la Revolución Libertadora, siguió la línea de Perón, en el marco del acuerdo general del peronismo con la Unión Cívica Radical Intransigente, al propiciar el voto a Arturo Frondizi.
Durante la presidencia de Frondizi fue, sin embargo, sumamente crítico con su programa desarrollista y con su impulso a la inversión extranjera (especialmente en materia petrolífera); conjuntamente con la ruptura del acuerdo hecho con Perón, por el cual bajo su gobierno se garantizaría el levantamiento de la proscripción que se le mantenía desde la Revolución Libertadora.
Sobre su capacidad de crear o adaptar términos para definir actitudes políticas, él mismo escribió sobre las palabras cipayo, oligarca y vendepatria:
En la cultura general, la banda de rock Los Piojos le escribió un tema llamado "San Jauretche", del álbum Verde paisaje del infierno, en el que habla de la sociedad argentina y cómo la había explicado Arturo Jauretche.