La primera etapa, que va desde la prehistoria hasta la época musulmana, distintas civilizaciones y aldeas habitaron el término municipal, aunque Getafe no existía como municipio.
En la segunda etapa, que empieza desde los primeros registros escritos sobre su existencia en la Edad Media en el siglo XII y acaba en el siglo XX, Getafe se formaba como pueblo y se fue desarrollando lentamente con diversas construcciones importantes.
En la terraza superior de la margen derecha del río Manzanares, que pertenece al actual término getafense, se han encontrado distintos utensilios (hachas, lascas, puntas de flecha, raspadores y cuchillos).
También hubo poblamientos humanos en el término municipal durante la Edad de los Metales.
Carne, leche, queso (han aparecido queseras) y pieles serían los principales productos obtenidos.
Está realizada a mano o con torno y su cocción no es buena.
Muchas de estas piezas se exhiben hoy en el Museo Arqueológico Nacional.
Las villas romanas eran mansiones señoriales que constituían, generalmente, el núcleo de una explotación agrícola.
Por ello, la ubicación de la villa romana de La Torrecilla en esta zona del término municipal parece apropiada, ya que se halla en plena vega del río Manzanares, tierra apta para cultivos y pastizales.
Además, esta mansión estaría próxima a una vía secundaria que, según algunos historiadores, comunicaba Segovia con Toledo, pasando por el puerto de la Fuenfría, Meaccum (posiblemente Madrid), el término de Getafe y Titulcia.
Se trata, probablemente, de un ajuar funerario, aunque no han aparecido restos humanos.
Estos últimos consiguieron dominar la península ibérica que, por primera vez en su historia, se constituyó como reino unido e independiente, con capital en Toledo.
La migración desde Alarnes ha sido considerado tradicionalmente el hecho fundacional de la ciudad y que se estima que sucedió c.1326 teniendo en cuenta la información dada por Juan de Seseña y Juan Benavente.
[5]No obstante el crecimiento del antiguo Xatafi-Xetafe se produjo gracias a la despoblación de las aldeas vecinas que se trasladaron por ser terrenos mucho más favorables acaecidos a partir del siglo xiv.
Así, el camino que unía Madrid y Toledo comenzó a convertirse en una importante vía de comunicación, y Getafe, establecido a ambos lados del camino, aumentó su población.
El siglo XVIII se inició con la Guerra de Sucesión a la Corona española (1700-1713).
La guerra tuvo repercusiones en Getafe, pues a partir de 1706 la lucha se desarrolla en Madrid y sus proximidades.
En cuanto a la población, Getafe contaba en 1808 con 750 vecinos que habitaban en 500 casas y poseían 260 yuntas de labor.
En 1815 tenía 360 vecinos, que habían derrumbado 300 casas y las yuntas quedaron reducidas a 190.
En el primer tercio del siglo comenzaron a instalarse en Getafe algunas industrias, como la Fábrica de Hélices (1915), Ericsson (1924) y Construcciones Aeronáuticas SA (1924).
Se industrializaron grandes empresas como Uralita, Azma, Vidaurreta, Lanz (hoy John Deere), Siemens, Kelvinator y otras de menor entidad.
Paralelamente al crecimiento demográfico, se produjo una considerable ampliación del casco urbano.