Eran los hombres más jóvenes y pobres de la legión, los cuales solo podían permitirse equipos modestos, para cumplir con su labor como la infantería ligera.
[8] Peleaban en formación quincunx, usualmente llevando un scutum y yelmos de bronce, a menudo con algunas plumas en la parte superior para aparentar más altura.
Si los asteros fallaban al intentar romper las líneas enemigas durante el combate, éstos se retirarían y dejarían a los principes tomar el frente de la batalla.
Luego los principes se retiran, y dejan a la última línea de triarios tomar el combate.
[2] En las guerras púnicas del siglo III a. C., el sistema Camiliano de organización militar resultó ineficiente para mantener los vastos ejércitos necesarios para combatir a Cartago.
[11] Su equipo y rol era muy similar al sistema previo, excepto que ahora utilizaban espadas (gladii), en vez de lanzas.
Si los asteros no podían vencer al enemigo, se retiraban a la línea de los príncipes, quienes también habían sido rearmados con espadas.
[18] Con las amplias reformas militares de Cayo Mario en el 107 a. C.,[19] las cuales fueron propuestas para hacer frente a la amenazas que suponían el rey africano Yugurta y las tribus germanas del norte, las diferentes clases de unidades se disolvieron por completo.
Los auxiliares, tropas locales irregulares, complementarían otras funciones dentro de la legión, sirviendo como arqueros, jabalineros y caballería.