Así sucedió en las décadas de 580 y 590, en las que Bizancio se dedicó a librar una larga guerra contra los sasánidas (572-591); cuando la contienda acabó, los bizantinos abordaron una serie de campañas victoriosas en la que expulsaron a los ávaros del imperio.Los ávaros llegaron a la llanura panónica en el 568, huyendo del kanato túrquico.Se replegaron, pero enviaron diez mil hunos cutriguros[1] —pueblo que, al igual que el ávaro, había cruzado los Cárpatos empujado por el kanato turco—[3] a invadir la provincia bizantina de Dalmacia.Tras hacerse con ella, los ávaros reclamaron a los bizantinos un tributo anual de cien mil sólidos.La debilidad bizantina facilitó las correrías ávaras y eslavas; los bizantinos tuvieron que limitarse a hostigar a las partidas enemigas y tenderles emboscadas de poca entidad, sin poder contraatacar ni desbaratar las incursiones mediante un victoria militar decisiva.[8] Las incursiones ávaras y eslavas continuaron, sin que los bizantinos opusiesen gran resistencia hasta el 591; ese año el emperador Mauricio ganó la guerra sasánida y pudo concentrarse en los asuntos balcánicos.[9] El emperador Mauricio se encargó de los asuntos balcánicos a partir del 591, cuando terminó la guerra con los sasánidas.Envió tropas veteranas a los Balcanes, lo que le permitió tomar la iniciativa contra los ávaros.Mauricio le ordenó que acampase al norte del río, pero Prisco se retiró a Odeso.Estableció su mando en Marcianópolis, desde la que aseguró las patrullas entre Novae y el mar Negro a lo largo del río.A continuación, los ávaros se dirigieron contra Dalmacia, donde saquearon varias fortalezas, mientras evitaban batallar con las fuerzas de Prisco.Este acampó en Iatrus; vencido por los ávaros, tuvo que retirarse al sur de los Hemo combatiendo.[16] Maurició creó un ejército con las fracciones del circo y sus guardaespaldas para defender la muralla de Anastasio.[17] El mismo año, firmó con ellos un tratado de paz que le permitió enviar expediciones a Valaquia.[18] Soslayando lo dispuesto en el tratado, los bizantinos se aprestaron a invadir las tierras ávaras.Esta era la primera derrota que sufrieron en su propio territorio y en ella perecieron otros hijos del gran kan.[7] La frontera balcánica quedó fundamentalmente en paz por primera vez desde el reinado de Anastasio I (491-518).Maurició planeó repoblar las tierras devastadas que había recobrado con campesinos armenios y romanizar a la población eslava.[25] Focas mantuvo la seguridad en los Balcanes durante su reinado (del 602 al 610), pese a que retiró algunas tropas en el 605 para emplearlas contra los sasánidas.No hay datos arqueológicos que avalen ninguna incursión ávara o eslava en estos años.[31] Como la Armada bizantina señoreaba el Bósforo, los persas no pudieron cruzarlo y enviar tropas al lado europeo para colaborar con sus aliados,[32] lo que les privó a estos de la pericia persa en poliorcética.Solo se percataron del plan enemigo cuando los ávaros acercaron armas de asedio a las murallas teodosinas.