Guerra civil colombiana de 1876-1877

[12]​ La guerra alcanzó pronto grandes dimensiones, por el número de efectivos y su mortandad tan elevada.

[13]​ Se debe tener en cuenta, que si bien, en la época existía un Ejército nacional y otros tantos regionales, los rebeldes solían preferir la guerra de guerrillas y, a veces, en una batalla el ejército era la unión momentánea de varios grupos guerrilleros En cuanto a la conformación de los ejércitos, si bien en la época el rango militar no correspondía tanto a la habilidad o entrenamiento militar sino a la posición económica y social, por lo que muchos comandantes desconocían o no tenían ninguna instrucción sobre asuntos militares además que muchos de los soldados no eran más que milicianos campesinos y no tropas profesionales.

Tras apoderarse de la urbe los rebeldes nombraron como jefe a Sergio Arboleda e hicieron del lugar su cuartel general.

A fines de mes todo el norte del Cauca estaba en manos de los insurrectos, en el centro y sur había combates continuos y operaban las primeras guerrillas conservadoras desde Popayán a la frontera con Ecuador.

Al día siguiente 500 soldados del coronel Tomás Rengifo tomó Palmira, defendida por 900 rebeldes dirigidos por el general Francisco Madriñán.

Con esto los gubernamentales controlaban el centro del Cauca, pudiendo lanzar ofensivas contra la zona norte.

Además, para evitar una ofensiva rebelde contra la zona al oeste del río Magdalena se ordenó la reconquista de Tolima, labor encargada al general Daniel Delgado y 1100 hombres el 3 de agosto.

[19]​ Ante esta múltiple ofensiva contra Cauca los conservadores de otros estados empezaron a sublevarse.

En respuesta a esto el ejército federal o gubernamental organizó sus propias fuerzas irregulares que combatían paralelamente con sus tropas.

Ambos bandos se caracterizaron por el chantaje de los campesinos y hacendados para financiar sus guerrillas.

[36]​ En el de Tolima aparecieron otro tanto, su aniquilamiento fue encargado a los generales Delgado y Antonio Dussán a los que se sumó Reyes, quienes tomaron uno por uno los focos de resistencia conservadora consolidando el dominio liberal del estado.

Esta región del país, a diferencia de otras, la influencia religiosa era menor por lo que fue bastante difícil para los conservadores reclutar hombres.

Los liberales iniciaron un avance coordinado desde varios puntos contra las posiciones enemigas, fuertemente defendidas, lo que resultó un completo éxito (26-27 de enero).

[42]​ Las tropas rebeldes del centro del país estaban totalmente vencidas, sus miembros tomaron distintos caminos, algunos se entregaron y/o partieron al exilio en Venezuela, otros se desmovilizaron y otros volvieron simplemente a sus hogares.

[46]​ La batalla terminó en un punto muerto y ambos bandos acordaron una tregua el 22 de noviembre.

Los conservadores habían sido impedidos de entrar al centro del país pero al contar con importante apoyo y muchos recursos decidieron continuar la guerra lanzando nuevas ofensivas con la intención de recuperar terreno.

La respuesta federal no se hizo esperar, al mando del general Fernando Ponce 1200 soldados partieron de Puerto Salgar el día 21, dos días después desembarco en Punta Montoya y posteriormente ocupó Riohacha.

Frente a la inacción de los liberales Acosta y Trujillo los generales rebeldes Córdova y Arboleda aprovecharon de tomar nuevas posiciones en Tolima pero en febrero, con el centro del país en relativa calma los esfuerzos federales se dirigieron a acabar con la sublevación en el sur.

Por esto el general Acosta reunió sus tropas, unas 2800, y partió de Aguabonita a Soledad.

[52]​ El general conservador Vélez planeaba reunir a la guarnición local la mayor parte de sus tropas y juntar unos 8000 hombres con los cuales plantear batalla campal a Trujillo, pero este enterado del plan enemigo decidió apurar su marchar y asediar la ciudad antes de que llegaran los refuerzos.

[54]​ Estas continuaron con sus tácticas que les dieron tanto éxito en el pasado, pero los liberales estaban decididos a acabarlos, desplegaron gran número de tropas, ubicando los escondites de estas y atacándolas o emboscándolas mientras marchaban.

Terminada la contienda militar con el triunfo del gobierno radical y el carisma caudillista del general Trujillo, reconocido por sus méritos a nivel nacional, se produjo la división política entre los liberales radicales y los liberales independientes.

Presidente Aquileo Parra.
General Julián Trujillo Largacha.
Soldado de caballería improvisado (1876) obra de Ramón Torres Méndez .
Uniformes de los batallones cívicos y alcanfor del gobierno
Uniformes de los batallones cívicos y alcanfor del gobierno liberal (1876) obra de Ramón Torres Méndez .