Durante este tiempo hubo movilizaciones en apoyo a la expulsión de Zelaya y también en repudio.Estados Unidos y diversos países latinoamericanos, donde destacan Colombia, Costa Rica y Perú, reconocieron al nuevo gobierno; mientras que la mayoría de los países latinoamericanos anunciaron que no reconocerían estas elecciones.Inicialmente la Unión Europea y la Organización de Estados Americanos mantuvieron su no reconocimiento, aunque José Miguel Insulza, secretario general de la OEA aseguró que estaba abierto al diálogo con la nueva administración hondureña.[10] Posteriormente diversas naciones del mundo fueron reconociendo al gobierno de Lobo y, los únicos gobiernos que mantuvieron su postura de no reconocimiento se encontraban en Latinoamérica, con gobiernos que apoyaban la izquierda chavista, donde destacaban Brasil, Cuba, Ecuador, Paraguay, y Venezuela.En una entrevista de junio de 2019 al diputado Carlos Zelaya, hermano del expresidente, este afirmó que Zelaya había «sido derrocado por una alianza cívico-militar apoyada por Estados Unidos por unirse al "Socialismo del siglo XXI" que entonces promovía el presidente venezolano Hugo Chávez».El proyecto de la cuarta urna encontró una enorme oposición de sectores políticos y sociales, quienes alegaron que el presidente Zelaya planeaba con esto legalizar la reelección presidencial y extender su mandato, tal como lo habían hecho algunos presidentes latinoamericanos en años anteriores.Zelaya ha negado todo esto en múltiples ocasiones,[13][14] pero previo al golpe de Estado dejó entrever que podría buscar la reelección si la «voluntad popular» lo deseara.[15][16][17] En busca de su cometido, Zelaya se enfrentó agresivamente con los poderes del Estado, desconociendo su autoridad.[18] También pedían la salida de Zelaya del poder y una investigación a sus actos.Cuando el Jefe del Estado Mayor Conjunto hondureño, el General Romeo Vásquez Velásquez, se negó a acatar esa orden aduciendo una contraorden del Tribunal Supremo de Justicia, Zelaya anunció su destitución en un mensaje televisado a la nación.[25] Poco después, el presidente Zelaya irrumpió junto a un grupo de simpatizantes en la base de la Fuerza Aérea en Tegucigalpa, donde se guardaba el material electoral decomisado, y lo retiró del lugar.[31] En la madrugada del día 28 de junio de 2009, unos 200 militares encapuchados, al mando del teniente coronel René Antonio Herpburn Bueso, ingresaron a la fuerza en la residencia presidencial y secuestraron al presidente Manuel Zelaya.[35] Posteriores versiones de testigos oculares recogidas en el libro Honduras en crisis y los hallazgos del juicio contra los militares que participaron en la expulsión desmentirían que Zelaya hubiese salido del país en pijama.[39] Desde Costa Rica, el presidente Zelaya desmintió haber presentado tal renuncia e hizo un llamado a la desobediencia civil.Además su elección había sido llevada a cabo a la luz de una reforma posteriormente declarada inconstitucional por el Tribunal Supremo hondureño, por lo que, aunque interinamente ejercía esta función Aristides Mejía, su nombramiento carecía de base legal en la cual sustentarse.Los militares rodearon la residencia del mandatario, donde protestaban unos 2 mil simpatizantes de Zelaya.También fue interrumpida la electricidad, la telefonía y el internet en la mayor parte de la capital.[51] Además, según informó Telesur, la Canciller hondureña Patricia Rodas fue secuestrada mientras daba declaraciones para esta televisora.[60] La Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó por unanimidad una resolución "condenando el golpe" y pidiendo el inmediato restablecimiento del presidente legítimo y constitucional, Manuel Zelaya, quien además habló ante la Asamblea General.Se le dieron tres órdenes de captura y él no las quiso cumplir».[89] Micheletti declaró tener acercamientos diplomáticos recíprocos con unos pocos países como Israel, Panamá y la Taiwán, aunque admitió no tener ningún documento oficial de dichos gobiernos que probara sus dichos.[96] En los comicios presidenciales resultó ganador el derechista Porfirio Lobo Sosa del Partido Nacional de Honduras.[108] La concentración en los alrededores del Aeropuerto Internacional de Toncontín desbordó a los militares, quienes se vieron obligados a retirar algunos de los retenes que impedían el acceso al mismo.Estos serían supuestamente realizados por ciudadanos extranjeros y por simpatizantes nacionales del presidente depuesto.[cita requerida] Ante esto, TeleSUR emitió un comunicado denunciando la represión del Gobierno de facto contra periodistas en Honduras.[cita requerida] Radio Globo fue el único medio que informaba de los abusos del Ejército.[181] Finalmente el representante de la OEA viajó en solitario, retrasando Zelaya su regreso para facilitar las gestiones políticas.Con esta resolución, Honduras se convirtió en el segundo país (después de Cuba en 1962) al que se le aplica un artículo de la OEA referente a la ruptura del orden constitucional.[192] Tras las reuniones, varios países anunciaron la retirada de su embajador de Honduras o su llamada a consultas, siguiendo el camino iniciado el día anterior por los países miembros del ALBA: México,[193] Chile[194] y Brasil.[199] Además de estas declaraciones institucionales, en los días posteriores se convocaron concentraciones ante las embajadas hondurañes de diferentes países, en las que distintos movimientos sociales del mundo reivindicaban la vuelta del presidente electo.