[18] En 2010, un estudio basado en ADN mitocondrial realizado en especies de los géneros Hylobates, Nomascus y Symphalangus, indican que la divergencia entre los hilobátidos y los homínidos (humanos, orangutanes, gorilas y chimpancés) ocurrió hace aproximadamente 19,25 Ma, compatible con otras estimaciones basadas en análisis del gen del citocromo b mitocondrial que arrojan 16,26 Ma.
[20] Los estudios ubican también al género Hoolock como el último en originarse a partir de Hylobates hace aproximadamente entre 1,3 y 1,8 Ma.
[3] También procedentes del Pleistoceno, en encontraron restos fósiles en el sur de China de las especies vivientes Nomascus concolor y Hoolock hoolock, demostrando que durante esta época la familia tenía una amplia distribución en esta región.
[1] Inicialmente se consideró que la familia contenía solo al género Hylobates; Goodman y colaboradores separaron a Symphalangus e Hylobates en géneros diferentes (1998), pero este fue dividido provisionalmente en cuatro subgéneros por Groves (2001) hasta no resolver el problema de cómo clasificar Bunopithecus.
[3][2] La división en cuatro géneros se basa en su número de cromosomas: Hylobates (44), Hoolock (38), Nomascus (52) y Symphalangus (50).
[16] No existe un dimorfismo sexual apreciable en lo que respecta al tamaño corporal y a la dentadura.
[7] Al igual que los otros hominoideos carecen de rabo y como algunos cercopitécidos, poseen callosidades isquiáticas.
[7] Los gibones tienen la típica nariz catarrina con las fosas nasales juntas y dirigidas hacia abajo.
[29] Se encuentran entre los primates más vocales y son conocidos por constituir duetos —constituidos por la pareja monógama— que les sirven principalmente para proteger su territorio.
Para ello, algunas especies poseen un gran saco gular en la parte anterior del cuello, que puede inflarse y sirve como cámara de resonancia cuando el animal emite llamados.
Sin embargo, al estar sostenida solamente por músculos y ligamentos, esta articulación es poco estable.
[32] El movimiento y forma del dedo pulgar en los hilobátidos se consideran únicos entre los primates.
Este es comparativamente largo con respecto al dedo índice del cual se separa por una hendidura que penetra profundamente en el metacarpo.
[33] En el siamang, y raramente en otras especies, el segundo y tercer dedo del pie se encuentran unidos en su base por tejido conjuntivo, esta condición se conoce como sindactilia (de ahí su nombre específico syndactylus).
En la mayoría de las especies, los machos, y algunas hembras, cantan solos para atraer pareja o para señalar su territorio.
[34] Los grupos tienen en promedio 3,8 individuos que normalmente incluye una pareja de adultos y dos jóvenes, pero oscila desde 2 a 7 animales.
Estos grupos están muy unidos, se separan solo pocos metros durante el día y refuerzan sus vínculos mediante el acicalamiento.
[12] La defensa del territorio termina raramente en un contacto físico, intentando inicialmente ahuyentar a los intrusos mediante fuertes vocalizaciones y despliegues acrobáticos que incluyen ruptura de ramas.
[35] Se cree que el objeto principal de los llamados es el de señalar su territorio y advertir a sus posibles competidores, pero también desempeñaría un papel en la atracción sexual y posiblemente también sería un medio para fortalecer los lazos entre las parejas.
[35][36] Estos llamados son típicamente de tono puro, con la energía concentrada en la frecuencia fundamental.
[36] Todas los hilobátidos son diurnos y arbóreos, pero ocasionalmente pueden bajar al piso donde pueden adoptar una postura bípeda y marchar usando sus largos brazos para mantener el equilibrio; también pueden hacerlo sobre ramas horizontales que tengan el diámetro suficiente para soportarlos.
[39] Los gibones también son capaces de dar saltos entre las ramas con los que cubren distancias mayores a 8 m y pueden caminar como un bípedo utilizando sus brazos para balancerse.
[35] A lo largo de su vida algunas especies presentan cambios notables en su coloración y repertorio vocal.
Estos cambios son también igual de notorios en el género Hoolock y en el gibón crestado Hylobates pileatus, pero es menos evidente en las demás especies.
Estos emiten únicamente llamados intensos y prolongados, (similares a los emitidos por las hembras adultas) pero al alcanzar la madurez sexual cambian su repertorio por el característico de la adultez; estos cambios parecen suceder también en las otras especies.
A los siamangs se le halla con más frecuencia en bosques más altos que a las demás especies (puede encontrase hasta los 1800 m s. n. m.),[39] las cuales generalmente prefieren zonas de baja altitud, donde la disponibilidad de frutas es mayor.
[11] Los bosques de baja altitud son los predilectos por los humanos por ser más accesibles y tener mejores suelos para cultivar.
[14] Las especie gibón de Hainan (Nomascus hainanus) fue incluida en la publicación bienal Los 25 primates en mayor peligro del mundo, 2016-2018.