Se han descrito veintidós especies, entre ellas los bien conocidos macaco rhesus y la mona de Gibraltar.
A finales de los años 1990 se descubrió que muchos de ellos podían actuar como portadores del virus del herpes B, para el cual son inmunes pero que pueden contagiar a otros primates (incluidos los humanos).
Los macacos son primates robustos cuya longitud de brazos y piernas es aproximadamente la misma, lo cual los hace dúctiles tanto en la locomoción terrestre como en la arborícola.
La cola varía entre cada especie, que puede ser larga, moderada, corta o totalmente ausente.
[2] Aunque varias especies carecen de cola, y sus nombres comunes se refieren a ellos como simios, estos son verdaderos monos, sin mayor relación con los verdaderos simios que cualquier otro mono del Viejo Mundo.
Cuando los macacos viven entre las personas, asaltan los cultivos agrícolas como el trigo, el arroz o la caña de azúcar; y los cultivos de jardín como los tomates, los plátanos, los melones, los mangos o las papayass.
[9] En la isla Mauricio, han creado graves problemas de conservación para otras especies endémicas.
Esto cambia la composición de los hábitats y permite que sean invadidos rápidamente por plantas invasoras.
En Florida, un grupo de macacos rhesus habita en el Parque Estatal Silver Springs.
[13] En 2021, las autoridades de Thai incautaron un coche que transportaba 88 macacos; supuestamente, los animales se dirigían a Camboya para ser utilizados como alimento.
Anteriormente, los esfuerzos para eliminar individuos de macacos se encontraban con la resistencia del público.
Los gestores de recursos naturales están siendo educados por estudios científicos en la estrategia propuesta.
Se estima que la eficacia de esta estrategia consigue mantener las poblaciones bajo control.