Percepción visual

Los distintos componentes fisiológicos involucrados en ésta se refieren conjuntamente como el sistema visual, y son la base de investigación en psicología, ciencia cognitiva, neurociencia y biología molecular.

Por otro lado, es toda energía física, mecánica, térmica, química o electromagnética que provoca la activación de un receptor sensorial.

Desde el enfoque neuropsicológico, la percepción se define como un proceso cortical que resulta de una experiencia sensorial subjetiva la cual es potencialmente significativa o reconocible.

[2]​ Para el ser humano, ver es un proceso bastante sencillo, tan solo basta con abrir los ojos para estar inundados por formas, colores, espacio y movimiento.

En el nervio óptico viaja la información nerviosa obtenida de las ondas electromagnéticas que entraron al ojo.

Este proceso perceptivo visual se repite innumerable cantidad de veces por segundo y ocupa gran parte de los recursos y del volumen del cerebro.

Las sensaciones visuales son una interpretación y no una presentación de los sucesos del exterior.

Utiliza la información que proviene de la retina para crear la sensación de color, forma y movimiento; y otras veces, crea las imágenes desde adentro cuando el individuo lo recuerda, lo imagina o lo sueña.

Estas imágenes "fantasma" se corresponden inversamente a los colores y formas que habíamos visto un momento antes.

La explicación de este caso común de post-imágenes es la siguiente: el ojo o la retina ha quedado quemada o dañada por tanta luz, la secuela que queda en nuestra visión es la post-imagen.

Efectivamente esto es así: los conos y, especialmente, los bastoncillos han recibido tanta luz que han dejado de funcionar adecuadamente y, al abrir y cerrar los ojos, percibimos una zona neutra de color que se corresponde con las células de la retina afectadas por la luz.

Esta percepción de la zona neutra se debe a que las imágenes no se borran inmediatamente, sino que permanece grabada en la retina, por un tiempo, gracias a la persistencia retiniana.

En otras palabras, los dos colores se agrisan al ir hacia su complementario y los percibimos iguales.

Eso sucede porque solo en la fóvea las imágenes que nos llegan son percibidas con total claridad.

Las ondas cortas (en las que entran la luz ultravioleta, rayos x, gamma y los rayos cósmicos) son más potentes y pueden causar más daños a nuestra salud.

Los demás colores no poseen conos propios para captar la luz, por lo que tienen que valerse de la combinación (en diferentes proporciones) de los conos pertenecientes a dos o tres colores.

Por lo tanto, un objeto se percibirá como más claro si su entorno es oscuro y viceversa.

Los conos son células especializadas en captar los tres colores principales del espectro (rojo, verde y azul).

Si no llega ninguna información de color, veremos negro; no obstante, si llega información de los tres colores en iguales proporciones, percibiremos blanco.

Sistema óptico, que permite la percepción visual en un ser humano.
El córtex visual primario, encargada de generar las imágenes basándose en la información recibida.
Mirando fijamente la X, notarás que, en un momento, la esfera que se traslada por los costados desaparecerá del campo visual.
Visión periférica del ojo humano.
Al observar la imagen fijamente, durante un tiempo determinado, esta quedará grabada en tu retina con una inversión en sus colores.
Cansancio retiniano
Velocidad de fotogramas por segundo .
Rango Visible de la Onda Luminosa.