Fernán Pérez de Ayala

En 1328, falleció Juan Sánchez de Salcedo el Negro, señor de Salcedo y de Álava, pasando la herencia del señorío a pleítos y luchas por el heredamiento del Mayorazgo de Ayala entre los numerosos sobrinos e hijos naturales del finado, a las cuales y para evitar los abusos del hijo natural, don Juan de Murga (heredad cercana en Ayala donada por su padre en vida) fueron avisados de éllo por parientes afines en necesidad de apoyo, sumándose él y su hermano mayor Sancho Pérez de Ayala desde la Corte en Toledo donde radicaban desde hacia dos generaciones, en valer de que su bisabuela era hermana del abuelo del fallecido, quedando victoriosos en campo tras la derrota y muerte de Juan de Murga, hijo natural del fallecido.

Su vida ejemplifica el surgimiento de un nuevo tipo de nobleza, orientada a los servicios a la monarquía; obtención de prebendas: señoríos y rentas; unificación e institucionalización del linaje con la creación del mayorazgo; búsqueda de enlaces matrimoniales con linajes afines.

En 1352 pacificó Las Encartaciones vizcaínas, por orden del rey Pedro I de Castilla, tomándoselas a Juan Núñez de Lara.

Este mismo año fue testigo en Soria a la firma del tratado de paz con Aragón.

Enrique II lo recompensó con el Adelantamiento mayor de Murcia en 1370, y después el merindaje mayor de Asturias.

En 1371 había publicado su obra, «Libro del linage de los Señores de Ayala desde el primero que se llamo Don Vela hasta mi don Fernan Perez que le fiz a honrra e gloria de Dios, e pro de mio linage, e para que sean buenos e homildes e sirvan a Dios, e al Rey los que de mi vinieren.

Conjunto palaciego-conventual de la Casa Solar de los Ayala, en Quejana, Álava