El «Crucero Universitario del Mediterráneo» planteaba, ante todo, unas nuevas propuestas educativas.
Se convirtió el barco en un aula y se inició un recorrido externo que propició los propios recorridos internos.
El buque se llamaba Ciudad de Cádiz y recorrió durante cuarenta y ocho días los principales yacimientos arqueológicos del Mediterráneo.
La Segunda República Española marcó un hito sin precedentes en la educación española gracias a la Institución Libre de Enseñanza.
Intelectuales profesores como Manuel Gómez-Moreno, Elías Tormo y Monzó, Mercedes Gaibrois de Ballesteros, Antonio García y Bellido, Enrique Lafuente Ferrari, Felipa Niño Más, Julio Martínez Santa Olalla, Juan Zaragüeta[nota 1] y el muy joven Guillermo Díaz-Plaja tuvieron una activa participación en el viaje.