Joaquín de Entrambasaguas
Sin embargo en su tiempo se le consideró sobre todo como un gran lopista, lo que si bien es cierto, desmerece en algo la extensión de sus intereses, mucho más amplios, como puede ver cualquiera que lea su bibliografía.No llegó a prestar servicio en este centro durante el curso de 1937 a 1938 y siguientes, al ser requerido por Orden del «Ministerio de Educación Nacional», con sede en Vitoria (Alava), para que se encargara de regir las «Relaciones Culturales» del mismo.Aunque por entonces se imprimió alguna obra suya, no erudita, al faltarle sus elementos básicos, se dedicó, cotidianamente, al periodismo, labor que había ejercido antes en Castellón de la Plana y en Murcia, con menor actividad.También escribió, por contrato especial, en la cadena periodística de la «Editorial Católica, S.A.», como otros colegas y amigos suyos.Cuando estuvo vacante la de Lengua Española y Literatura Hispanoamericana, fue designado para impartirla durante el curso 1946-1947.Pronunció en el Ateneo Barcelonés unas conferencias sobre el ideal femenino del Renacimiento en Petrarca, Ausiàs March y Garcilaso y La originalidad estrófica de las canciones a la italiana de Boscán.Más adelante desempeñó, sucesivamente, los cargos de Secretario y Director del mismo.En 1944 fue comisionado por el Ministerio de Educación Nacional para inspeccionar la instalación y distribución de la nueva «Universidad Internacional» designada «Menéndez y Pelayo», que se albergó en el antiguo edificio barroco del Convento de San Agustín, previamente restaurado con tal propósito.La relación de Joaquín Entrambasaguas con la censura durante el franquismo se puede recabar en varias publicaciones.