Una vez finalizada la primera enseñanza en este pueblo alicantino (1916-1926), Virgilio se traslada con su familia a Madrid, ciudad en la que cursa el bachillerato en el Instituto de San Isidro.
En 1928 embarca como teniente de Intendencia en el cañonero Bonifaz, barco en el que permanecerá ciento treinta y seis días en el mar.
En la sede del Gobierno, en 35 Avenue Foch, gestiona durante diez años toda la actividad económica de aquel.
Libertad, 1953), se le nombra ministro plenipotenciario encargado de mantener la relación del Gobierno republicano con el Quai d’Orsay.
A partir de entonces compagina su labor novelística con sus tareas en este organismo y en la Interpol como traductor.
Cuatro años más tarde se le jubila en la UNESCO como funcionario permanente, aunque continúa vinculado a ella como freelance, y publica Tal vez mañana.
Segunda novela del exilio y la II Guerra Mundial (Barcelona, Argos-Vergara, 1979).
En 1985 establece su residencia definitiva en España, primero en Madrid y un año después en Gijón, en compañía de su segunda esposa, Dolores Fernández.