Emilio Camps Cazorla

Ingresó en el Cuerpo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos en 1930, empezando a trabajar como conservador del Museo Arqueológico Nacional que dirigía Francisco Álvarez-Ossorio, coincidiendo en esa institución con Felipa Niño Mas, Felipe Mateu y Llopis, Luis Vázquez de Parga y Joaquín María de Navascués.

Su primer trabajo como arqueólogo lo hizo junto Joaquín María de Navascués, en 1931, asesorados por Juan Cabré, con la exploración del castro de Los Castillejos de Sanchorreja, siendo los primeros sondeos subvencionados por la Junta Superior de Excavaciones y Antigüedades.

Le dirigió su tesis Elías Tormo, que se tituló: Arte hispano-visigodo, publicada en 1935.

En la posguerra, continuó dando clases en la Universidad Central de Madrid y después en la de Oviedo hasta su jubilación, ya siendo catedrático.

También fue conservador de la Colección artística del Museo Lázaro Galdiano.