[2] Thorstein Veblen, en The Place of Science in Modern Civilization (El lugar de la ciencia en la civilización moderna) de 1919, retoma ideas evolutivas originales que dan cuenta de que las organizaciones productivas funcionan similarmente a los principios de herencia, variación y selección propuestos por el naturalista Charles Darwin; esta idea fue novedosa porque sugiere que las sociedades se ven forzadas a cambiar de manera constante sus preferencias, tanto individuales como grupales, como un modo de adaptación a medida que van surgiendo nuevos descubrimientos, y son creadas y comercializadas nuevas tecnologías.[3] Los economistas evolutivos sostienen que los modelos evolutivos son mejores que los no evolutivos de la teoría económica, porque incorporan las innovaciones y el avance tecnológico como los determinantes del crecimiento a largo plazo, proponiendo que los cambios en los sistemas económicos son producidos principalmente por el surgimiento de las innovaciones, perfeccionamiento e introducción de nuevos métodos, productos o servicios.[5] Posteriormente, estas ideas de una economía evolutiva entraron en un receso, hasta que en 1982 Richard R. Nelson y Sidney Graham Winter publican An Evolutionary Theory of Economic Change (Una teoría evolutiva del cambio económico), donde argumentan que las modificaciones que ocurren en la tecnología y en las conductas sociales, si son recurrentes, reflejan en cierta forma algún tipo de proceso evolutivo.También han publicado Giovanni Dosi, William J. Baumol, Masahiko Aoki (análisis institucional comparativo con base en la teoría de la firma, el gobierno corporativo y el desarrollo comparativo), David B. Audretsch (empresarialidad), David Teece (capacidades dinámicas y gestión estratégica), Wesley Cohen, Andreas Pyka y Daniel Levinthal (gestión evolutiva), sobre una perspectiva evolutiva.Joel Mokyr desarrolla sobre la historia de la innovación y Alfred D. Chandler Jr.[7] Estos autores pioneros con Giovanni Dosi y otros autores publicarían 35 años después «Economía evolutiva moderna: una visión general» (2018)[8] describen en detalle como se ha manifestado en varías áreas de investigación de la ciencia económica.[25] La economía evolutiva sostiene que los consumidores juegan un papel clave en el desarrollo tecnológico, considerando que son ellos los encargados de evaluar y aceptar la integración de una determinada tecnología en la sociedad.[3] El proceso de selección de productos o tecnologías que realizaría la sociedad constaría básicamente de tres instancias, en primer lugar los artículos a producir son elegidos por las empresas (según información previa con la que cuentan), después estos son seleccionados por los consumidores cuando son comprados y, por último, los productos son evaluados al momento del uso dado por un determinado consumidor, asignándoseles una cierta connotación en relación con los costos que implica la adquisición del producto y los beneficios recibidos por parte del mismo.Los economistas evolutivos argumentan que las empresas compiten haciendo uso de los recursos con los que cuentan con el fin de conseguir un lugar preponderante en el mercado y generar poder sobre este, para así incrementar sus ganancias y acumular capital, situación que llevaría a un aumento del crecimiento económico.Los ciclos de Kondrátiev son los más importantes ya que son provocados por innovaciones trascendentales que modifican los fundamentos del modelo económico y que dan origen a estos ciclos también conocidos como ondas largas de desarrollo, que se componen principalmente de una fase ascendente a la cual le sigue una descendente o tendencia relativa al equilibrio.Estas innovaciones por su enorme importancia han sido denominadas revoluciones industriales y los autores evolutivos han identificado cinco ciclos largos o paradigmas tecnoeconómicos a partir de la revolución industrial de 1770 hasta nuestros días.