Reducción (filosofía)

[1]​ La reducción es tomar un sistema o problema y separarlo en sus componentes, al fin de entender mejor el sistema o problema y poder solucionarlo/entenderlo mejor.

En otras palabras, se suele entender como reduccionismo el enfoque metodológico del individualismo o atomismo, cuya tesis general afirma que los únicos objetos (conceptuales o reales, según el caso) que existen o interesan son los individuos y que lo que solemos llamar totalidades o sistemas no son más que agregados de individuos, sin estructura u organización propia.

Para el individualista, las propiedades de un sistema no son reales como las de los individuos, sino que no son más que, o bien propiedades de esos individuos, o promedios (es decir, conceptualizaciones referentes a los agregados).

De tal modo, según Bunge, no habría solo un reduccionismo, sino dos, uno con origen en el individualismo (o microrreduccionismo) y otro con origen en el holismo (macrorreduccionismo), aunque a este se lo conozca habitualmente como "antirreduccionismo".

[1]​ En cualquier caso, parece importante distinguir entre la reducción, una herramienta epistémica bastante habitual en la práctica científica, especialmente en su versión metodológica, y el reduccionismo, una tesis metodológica que privilegia la reducción y que, como casi todas las posiciones filosóficas, puede ser más o menos radical, o sea que se presenta en diversos grados.