Civilización caral

La civilización caral fue una sociedad compleja de la América precolombina, que se desarrolló aproximadamente entre 3500 y 1800 a. C., en el área norcentral del actual Perú.Su logro más impresionante fue su arquitectura monumental, que incluía grandes pirámides de plataformas superpuestas y plazas circulares hundidas.Los primeros trabajos se realizaron en Áspero, en la zona costera donde desemboca el río Supe, un sitio identificado ya desde 1905.[9]​ En el litoral cercano a la desembocadura del Supe destaca Áspero, que fue según todos los indicios la ciudad pesquera de Caral.[11]​ Esta antigüedad se ha confirmado a través de múltiples fechados radio carbónicos realizados en los Estados Unidos.Las formas predominantes son las pirámides escalonadas, las plazas circulares o semicirculares hundidas en los frentes, con escaleras que daban acceso a la cima, donde se observan habitaciones y espacios para rituales y ceremoniales.900 a. C., durante mucho tiempo fue considerada la primera civilización del subcontinente sudamericano y es aún citada como tal, de una manera regular, en numerosos trabajos generales.Los tres valles principales cubren solo 1.800 km², y las investigaciones han enfatizado la densidad de los centros poblados.[25]​ La costa peruana aparece como un candidato "improbable, incluso aberrante" para el desarrollo "prístino" de la civilización, comparado con otros centros mundiales.[26]​ Es extremadamente árido, lindado por dos sombras orográficas (causadas por los Andes al este y el anticiclón del Océano Pacífico por el oeste).El más antiguo, fechado al 9210 a. C., provee "limitadas indicaciones" del asentamiento humano durante el Arcaico Temprano.[28]​ Los caralinos abandonaron sus centros poblados, desconociéndose las razones (posiblemente se debió a catástrofes naturales, como terremotos y el fenómeno de El Niño, que colapsaron su economía agrícola),[30]​ pero la continuidad de la civilización andina se mantuvo y siglos después surgió otra gran cultura peruana, la Chavín.[31]​ El factor de integración social y cultural que mantuvo unidos a los habitantes del valle Caral-Supe debe haber sido la religión, que quizá se utilizó como un medio de cohesión y coerción.Ello está representado en los grandes monumentos de carácter religioso (las pirámides) con sus plazas, atrios y altares del fuego sagrado en donde se llevaron a cabo las diferentes festividades del calendario ceremonial, símbolo de su identidad cultural.La hipótesis ha sido acogida por Ruth Shady, aunque no goza de consenso entre los especialistas en lingüística andina.Destaca la presencia abundante de la anchoveta; también capturaron sardina, jurel, lorna, corvina, cabinza, pejerrey, bonito, róbalo, coco, cachema, machete, tollo; y recolectaron machas, choros, almejas y conchas de abanico.Las plantas alimenticias que cultivaron fueron: mate o calabaza, achira, pacae, pajuro, maní, ají, guayaba, lúcuma, papa, pallar, camote, frijol, palta y maíz.Y de especial importancia fue el cultivo del algodón, cuya fibra aprovecharon en gran escala.[39]​ Se ha determinado que existía una gran diferenciación social, es decir, la población se dividía en clases sociales, cada una de las cuales cumplían determinadas funciones y estaban organizadas de manera jerárquica.Cada edificio tenía una escalera central que conducía hacia la parte superior, donde se hallaban varios cuartos.En el cuarto principal había plataformas bajas ubicadas en dos o tres de sus lados, y en el centro, un fogón compuesto por un hoyo en el suelo, recubierto con barro.Los indicios indican que el fogón tenía una función ritual; allí se quemarían diversos alimentos como ofrendas.[42]​ En Caral no se desarrolló la técnica alfarera (esto es, piezas modeladas en arcilla y cocidas al fuego).Se han hallado, por ejemplo, geoglifos y líneas esparcidos en las planicies desérticas, al lado de piedras talladas dispersas; así como un recinto subterráneo originalmente techado, que parece ser un observatorio.Sería pues, el más antiguo quipu hallado en el Perú y evidenciaría la antigüedad milenaria de su uso.[17]​[47]​ Las evidencias halladas indican que hubo grupos especializados en mejorar las especies y el rendimiento de los cultivos alimenticios e industriales.Con las fibras de este producto se tejían los vestidos, que eran piezas llanas, sin decoración.Muestran grandes grietas y desniveles entre los pisos que posteriormente fueron cubiertos por nuevas construcciones.[30]​ Pero posiblemente lo que más afectó fue uno o varios eventos catastróficos de El Niño, caracterizados por lluvias torrenciales y desbordes de ríos, que causarían sin duda un gran colapso en la economía agrícola, al quedar convertidas en ciénagas y pantanos las zonas dedicadas al cultivo; otra consecuencia sería el arenamiento de las playas.Estos centros demuestran, efectivamente, la continuidad de la civilización andina, cuyo foco primigenio es indudablemente Caral.
Arqueóloga peruana Ruth Shady en Caral, 2014
Los caralinos desarrollaron la actividad cinegética. En la imagen, vértebras de ballena azul usadas como asientos.
Una vista del valle de Supe, sede de la civilización Caral.
Pirámide de Caral.
Piedra o huanca en Caral.
Restos de shicras en Caral.
El Altar del Fuego Sagrado en Caral.