Las antiguas culturas que habitaron el país de su madre en el pasado se convirtieron en una gran influencia para su padre.
Ha efectuado investigaciones en Végueta (Huaura), Maranga (Lima); Pacopampa y Chota (Cajamarca); Bagua (Amazonas).
En 1994 fundó el Proyecto Arqueológico Caral,[1][3] que inició en 1994 la investigación en Caral-Supe (conocido en esa época como Chupacigarro).
El trabajo que viene realizando se caracteriza por la aproximación multidisciplinaria y la vinculación del patrimonio arqueológico con las poblaciones actuales del entorno; la producción científica y la ejecución de proyectos con responsabilidad social.
Es autora de numerosos artículos publicados en libros y revistas, tanto peruanos como extranjeros.