Craneometría

Con la consolidación del darwinismo social, se trató de justificar científicamente la segregación social según la raza, basándose en la supuesta superioridad intelectual de una raza humana sobre otra inferior, por su capacidad craneal cúbica.Darwin cita una clasificación craneométrica en la que se describe a los europeos con la mayor capacidad intelectual, mientras que describe a los asiáticos y aborígenes australianos con la menor capacidad, en base al tamaño de su cerebro:El profesor de anatomía sueco Anders Retzius (1796-1860) usó por primera vez el índice cefálico en la antropología física para clasificar los restos humanos antiguos hallados en Europa.En 1784, Louis-Jean-Marie Daubenton, quien escribió muchas memorias de anatomía comparada para la Academia francesa, publicó la Mémoire sur les différences de la situation du grand trou occipital dans l’homme et dans les animaux[3]​ (‘Memoria sobre las diferentes posiciones del foramen occipital en hombres y animales’).Seis años después, Pieter Camper (1722-1789), distinguido artista y anatomista, publicó algunas conferencias incluyendo una descripción de sus métodos craneométricos, lo que puede afirmarse con justicia que sentó las bases de todos los trabajos subsiguientes.Pieter Camper descubrió el «ángulo facial», una medida diseñada para determinar la inteligencia animal entre especies diferentes.Según esta técnica, un «ángulo facial» se forma trazando dos líneas: una horizontalmente desde la nariz al oído y otra perpendicular desde la parte sobresaliente de la mandíbula superior hasta la parte más prominente de la frente.Stephen Jay Gould (1941-2002), un paleontólogo, biólogo evolucionista e historiador de la ciencia estadounidense, estudió estas obras craneométricas desde una perspectiva histórica en The Mismeasure of Man (1981).[8]​ Mostró que Samuel Morton había manipulado datos y rellenado los cráneos para poder justificar sus nociones preconcebidas sobre las diferencias raciales.En 1873, Paul Broca (1824-1880) halló el mismo patrón descrito en el Crania Americana de Samuel Morton pesando cerebros en autopsias.La craneoscopia fue más tarde rebautizada «frenología» (del griego frenos, ‘mente’, y logos, ‘estudio’) por su alumno Johann Spurzheim (1776-1832), quien escribió extensivamente sobre el «sistema fisiognómico de los doctores Gall y Spurzheim».La fisiognomía establecía una correlación entre las características físicas (especialmente las faciales) y los rasgos de la personalidad.Así, escribieron que: Los datos del volumen cerebral y otros parámetros craneométricos se usan científicamente para comparar en la actualidad especies animales y para analizar la evolución de la especie humana en la arqueología.
Un cráneo humano y un dispositivo de medida de 1902.
En este frontispicio de su Evidence as to Man's Place in Nature (1863), T. H. Huxley publicó por primera vez su famosa imagen comparando el esqueleto de los simios al de los humanos.
Selección de cráneos de primates .
Un «craneómetro» diseñado circa 1910 para la investigación antropológica
Mapa del «índice cefálico» en Europa de William Z. Ripley , publicado en Las razas de Europa (1899).
Dibujo de 1839 de Samuel George Morton de «una cabeza de negro… un cráneo caucásico… una cabeza mongola.».