Nunca antes ni tampoco después un gobierno le ha dado tal prominencia a la perspectiva de la exclusión social.Además, la iniciativa política de Blair implicará, al menos temporalmente, una ruptura del “frente anglo-sajón” que tradicionalmente se ha mantenido escéptico respecto del nuevo concepto y firmemente anclado en las investigaciones clásicas sobre la pobreza.Un hecho sintomático es que en el nuevo programa estrella de la UE, Europa 2020, la iniciativa emblemática respecto de la lucha contra la pobreza y la exclusión se llame simplemente Plataforma europea contra la pobreza.Así describen H. Silver y S. M. Miller este proceso: Cuando la UE adoptó la terminología de la ‘exclusión social’ del francés, su significado cambió sutilmente.[3] Algunos autores reconocen la exclusión social como un fenómeno estructural, dinámico, multidimensional y politizable.En este estudio se recopiló una amplia serie de datos longitudinales, lo que permite seguir en el tiempo las trayectorias de los individuos y hogares estudiados y, además, comparar los resultados obtenidos en diversos países.Las constataciones anteriores no deberían ser usadas para, lisa y llanamente, descartar el uso del concepto de exclusión social.Una cosa es ser desempleado o pobre, o tener un acceso limitado a una serie de recursos básicos y vivir una vida de gran aislamiento social pero hacerlo como una excepción en ambientes sociales mayoritariamente compuestos por personas que no viven esas situaciones; otra cosa muy distinta es hacerlo como parte de un colectivo que abrumadoramente comparte esas características.En el primer caso tenemos un individuo en una situación difícil, que además vivirá bajo el estigma de una cultura ambiente donde la inclusión y participación social son la norma.En el primer caso estamos ante un hecho lamentable y sin duda digno de atención pero de limitada relevancia social; en el segundo estamos ante un hecho que, aunque en su conjunto no abarque a demasiadas personas, puede dar origen a conflictos sociales de gran trascendencia y transformarse en una real amenaza para la cohesión social.Este hecho es muy conocido gracias a los estudios estadounidenses ya clásicos sobre los sorprendentes cambios que ha ido experimentando la composición poblacional y étnica de los guetos urbanos.La utilización del deporte como mecanismo para lograr desarrollo e inclusión social, está ampliamente difundido en todo el mundo, aun cuando la evidencia rigurosa sobre la efectividad de este tipo de intervenciones es escasa.Para ello, realizaron dos estudios, uno en Colombia y otro en Perú, que contaron ambos con una muestra superior a 1600 jóvenes.Sin embargo, los refugiados reasentados a menudo suelen experimentar altos niveles de desempleo y pobreza.Por ende, no se sabe con certeza como ayudar a que los refugiados mejoren su integración económica.Esta brecha de conocimiento debe ser superada con investigaciones más rigurosas.