El poligenismo es una teoría sobre los orígenes del hombre que postula la existencia de diferentes linajes para las razas humanas.
Parecía difícil de asumir que las razas humanas se hubieran desarrollado dentro del marco temporal comúnmente aceptado para los tiempos bíblicos.
Los esclavistas buscaban justificaciones para su postura mediante el recurso a la ciencia empírica, como podían entenderse algunos extremos de la obra de esa perspectiva situaría cada raza como una diferente especie, siendo los negros africanos inferiores mentalmente a los blancos europeos.
Los descubrimientos geológicos de la época suponían para la Tierra una edad muy superior a la compatible con una estricta interpretación del Génesis, lo que permitió proponer a algunos pensadores el poligenismo como una forma de reconciliar los nuevos descubrimientos con su fe.
El poligenismo fue duramente criticado por la Iglesia católica especialmente a partir de la encíclica Humani generis (Pío XII, 1950) que, al tiempo que entendía compatible el evolucionismo con el catolicismo, ponía serios reparos a la compatibilidad del poligenismo con la doctrina del pecado original.