Estos haplogrupos trazan la ascendencia matrilineal hasta los orígenes de la especie humana en África y, desde allí, a su subsiguiente dispersión por toda la superficie del planeta.
Las relaciones evolutivas filogenéticas están en continua investigación y se resumen en la siguiente tabla:
Los haplotipos L4, L5 y L6, son pequeños grupos que se han encontrado en algunas poblaciones africanas principalmente al este de África.
Todos estos linajes "L" representan la ascendencia genealógica humana matrilineal anterior a las migraciones fuera de África, y se relacionan entre sí del siguiente modo:
En el Oriente de Asia se originaron los haplogrupos C, Z, E, D y G, en tanto que en austronesios se ha encontrado E, lo que sugiere una difusión a partir del Sureste de Asia.
[3] En sentido opuesto, entre quienes regresaron desde la India hacia occidente hace 45 000 años surgió el haplogrupo M1 que se encuentra hoy en África oriental.
Otros N del Sur de Asia originaron el haplogrupo R que tuvo gran expansión.
Durante el Neolítico la rama JT de R se expandió, encontrándose actualmente al Occidente del Caspio.