Más tarde sería eispnelos de Panteo, que murió con él en una muerte heroica.
Se relata que Cleómenes dudaba si casarse, porque su padre había matado al marido de Agiatis.
Con el matrimonio resuelto, Agiatis informó a Cleómenes sobre Agis y su plan.
Plutarco dice que Arato hizo dichos movimientos para ver hacia dónde se inclinaba Esparta.
Mientras, la Liga Aquea convocó una reunión de su asamblea y declaró la guerra a Esparta.
En el 228 a. C. se iniciaron las hostilidades, que quedaron en suspenso al negarse los comandantes aqueos Arato y Aristómaco a librar una batalla en Palantio.
La tierra fue redistribuida en 4.000 porciones (kleros) y se amplió el cuerpo de ciudadanos al admitir a los periecos.
Su objetivo era un Peloponeso unido bajo una Esparta reformada y reforzada, una potencia capaz de desafiar a Macedonia.
Las hostilidades se reanudaron en el 225 a. C. Cleómenes, reforzado con una alianza formal con Egipto, logró importantes victorias tomando las principales ciudades de la Liga Aquea, que quedó al borde de la disolución.
Sin embargo, al no realizar las esperadas reformas en las ciudades conquistadas, causó gran decepción entre sus partidarios.
Esparta, completamente derrotada, se vio obligada a ingresar en la Liga Aquea.