Sin embargo cuando avanzó contra Laconia, Antígono encontró que Cleómenes había bloqueado todos los puertos de montaña excepto uno.
Estas fuerzas se pusieron en el ala izquierda y fueron colocadas sobre la colina de Evas.
El rey espartano también ordenó cavar zanjas y levantar empalizadas a lo largo del camino.
Por primera vez desde el principio del siglo III a. C., los macedonios opusieron a los espartanos un verdadero ejército nacional y no uno repleto de mercenarios.
El ala derecha macedonia sobre la colina de Evas avanzó contra los lacedemonios, pero fue atacada en su retaguardia por la infantería ligera enemiga (que al principio fue puesta en orden con la caballería).
Antígono marchó triunfante hasta Esparta la cual, por primera vez en su dilatada y legendaria historia, fue tomada por un ejército extranjero.