Los τάφροι eran evidentemente zanjas con el propósito de drenar la llanura pantanosa, dirigiendo el agua hacia las katavóthra (catavotras), alrededor de las cuales, probablemente, había un pequeño lago.La leyenda atribuye su fundación a Cefeo, hijo de Áleo.[4] En 220 a. C. los etolios derrotaron en esta ciudad a los aqueos dirigidos por Arato de Sición.[5] Pausanias la menciona como una ciudad en ruinas, si bien algunos templos aún se visitaban.Desde este lugar se forma un río perenne, el Trago (Τράγος).