Clara Haskil

Además, Haskil colaboró con músicos famosos, como Georges Enescu, Eugène Ysaÿe, Pau Casals, Joseph Szigeti, Géza Anda, Isaac Stern y Arthur Grumiaux, con quien realizó su último concierto.

Tocó como solista bajo la batuta de directores muy importantes, como Stokowski, Karajan, Beecham, Solti, Barbirolli, Boult, Jochum, Sawallisch, Kempe, Szell, Celibidache, Klemperer, Hans Rosbaud, Monteux, Cluytens, Paray, Markevitch, Giulini, Ansermet, Münch, Kubelik, Fricsay... Clara Haskil provenía de una familia judía sefardí rumana (“Haskil” parece provenir del verbo hebreo השׂכיל que significa “discernir”, relacionado con la palabra Haskala) y fue una niña superdotada.

[3]​ Su fama se extiende y hace que la escuche la propia reina Elisabeta de Rumania.

[4]​ Cuando Clara tenía siete años, la familia decidió enviarla a estudiar piano a Viena,[5]​ donde va sola con otro de sus tíos, el tío Avram, un médico de treinta y cinco años que ya no ejerce y que tiene una verdadera pasión por su pequeña sobrina.

Asombrado por las cualidades de la niña, escribió al diario vienés Neue Freie Presse que publicó el siguiente artículo: "El profesor Anton Door llama nuestra atención sobre una niña cuyo talento musical es bastante excepcional.

Esta niña es un prodigio: nunca ha recibido una verdadera educación musical -pero no es necesaria porque todo lo que se le toca, en las posibilidades de sus manitas, lo toca a su vez de memoria, sin falta y lo que es más en cualquier tono.

La pequeña Clara, que entonces apenas tenía ocho años, aprendió rápido y tocó entonces sus primeros conciertos de Mozart.

Por razones materiales, no podrá llevarse a sus otras hijas Lili y Jane.

Su tío Avram estaba en un campo de refugiados (fue arrestado ya que había tomado la ciudadanía austriaca).

Si bien hasta entonces no era particularmente propensa al miedo escénico, a partir de entonces éste se volverá terriblemente intrusivo y paralizante.

Georges Enesco intervino entonces ante el Estado rumano para que la joven música pudiera completar allí sus estudios musicales y en 1921 lo hizo actuar en Lausana.

Paul Desmarais, quienes organizaban un salón y se encontraban entre los mecenas más activos del mundo musical parisino.

Durante su primer concierto con la Orquesta de la Suisse Romande y su director Ernest Ansermet, su miedo escénico era tan fuerte que no podía imaginar subir al escenario.

Clara Haskil pasa la noche en el hotel repitiendo a su compañera de cuarto: "¿No es así, Monsieur Ansermet está furioso?".

En 1924, en Bruselas, su concierto obtuvo un gran éxito... pero no volvería a ser contratada hasta 1930.

Gélis le organiza una gira por Norteamérica y Clara Haskil triunfa en Nueva York.

Este último estaba listo para organizar una gira por los Estados Unidos pero a falta de Clara Haskil de contar con los 100 dólares necesarios para los gastos de publicidad, una suma importante en ese momento, esta gira no se llevará a cabo y no regresará a los Estados Unidos más que treinta años después.

Instantáneamente se establece entre ellos una profunda amistad que sólo la muerte de su amigo en 1950 interrumpirá.

La lealtad del público suizo le asegurará los escasos ingresos que tendrá durante estos años al final de la guerra.

Si bien su vida estuvo compuesta principalmente de decepciones, sufrimiento y citas perdidas con una carrera que prometía ser extremadamente brillante, Clara Haskil aguantó y su perseverancia finalmente le valió un brillante reconocimiento.

Primero en Suiza donde ahora puede moverse libremente y donde toca en Ginebra, Zúrich, La Chaux-de-Fonds y Ascona, luego en Inglaterra donde graba para la BBC una serie de sonatas de Doménico Scarlatti que conocen un gran éxito.

En 1947 grabó su primer disco comercial para la compañía Decca (en 78 rpm): el cuarto concierto de Beethoven con Carlo Zecchi.

Durante una serie de conciertos en Holanda en 1949, cuando empezó a ganar la fama que se merecía.

Clara Haskil siendo apátrida, solicitó y obtuvo la nacionalidad suiza en 1949, lo que puso fin a sus problemas administrativos para tocar en determinados países.

Toca en los Países Bajos, en Alemania, donde siempre fue muy aclamada, y en Francia, donde finalmente se reconoce su excepcional talento.

En 1956 fue elegida por la Philharmonia Orchestra y Herbert von Karajan para una gira europea en homenaje a Mozart, cuyo bicentenario de nacimiento se celebra.

Como un cometa, la pianista ilumina el cielo norteamericano pero no volverá: la frágil salud de la artista asusta a los empresarios estadounidenses.

Dijo de ella: "He conocido a tres genios en mi vida: Einstein, Churchill y Clara Haskil".

[10]​ En un principio su repertorio se basó en los románticos (Beethoven, Schubert, Schumann) y fue la primera en ejecutar las tres sonatas de Chopin.

El Concurso Internacional de Piano Clara Haskil se celebra cada dos años en Vevey (Suiza).

La Reina Elisabeta de Rumanía con G. Enesco
Anton Door (1833–1919) ~1913
Georges Enesco & Alfred Cortot 1930
Eugène Ysaÿe
43 avenue Georges-Mandel, Paris 16e (antigua avenida Henri-Martin)
Dinu Lipatti, Besançon, 1950
Edificio en Vevey en el que vivió Clara Haskil desde 1951 hasta 1960.
Arthur Grumiaux
Tumba de Clara Haskil y sus dos hermanas, en el Cementerio de Montparnasse , división 4, en París.