[4] La investigación periodística sobre los GAL se inició en 1987 en el periódico vasco Deia de la mano del reportero Ricardo Arques.Aunque decían combatir a la banda terrorista, realizaron acciones indiscriminadas que ocasionaron la muerte de ciudadanos franceses sin adscripción política conocida.Este zulo fue el hilo conductor de la investigación, la cual logró abrir sumarios judiciales en España y Francia.La investigación periodística consiguió, por un lado, tener un enorme impacto sobre la sociedad, que hasta entonces desconocía la existencia de los GAL para combatir a ETA.Todo ello demuestra tanto la relevancia del caso como el impacto que finalmente tuvo.Algunos actuaban por libre, simplemente tolerados, mientras que otros tenían apoyos por parte de altas instancias del gobierno.Actuaron principalmente en el País Vasco francés, aunque también llevaron a cabo secuestros, torturas y delitos económicos en algunas zonas de España.[18] Una hora después del secuestro fue detenido como sospechoso Pedro Sánchez, antiguo cabo de la Legión francesa.Marey fue liberado diez días después en territorio francés, a tres kilómetros del paso fronterizo de Dancharinea (Navarra).Según decía el ex subcomisario, Sancristóbal le había dicho: «Si van a por mí, hundiré al presidente».El exjefe del mando antiterrorista Francisco Álvarez quedaba en libertad por falta de pruebas.[42] Al día siguiente García Damborenea declaró ante Garzón autoinculpándose en el secuestro de Segundo Marey.Según García Damborenea, él mismo había hablado en varias ocasiones con González sobre la guerra sucia contra ETA.[50] En marzo de 1997 la Sala Tercera del Tribunal Supremo, tras analizar los informes del Cesid, decidió desclasificar algunos de ellos,[51] decisión recibida con satisfacción por los partidos políticos y otras fuerzas sociales, aunque se señaló que los documentos desclasificados ya eran conocidos.[53] La primera consecuencia política que se produjo fue el final del santuario francés de ETA.No disminuyeron las víctimas y no perdió un ápice del apoyo político en el País Vasco, sino que fue a más gracias al penoso espectáculo que había dado la incipiente democracia española.Independientemente de esos dos factores, los datos que se fueron conociendo sobre la forma en que se organizaron y financiaron estos grupos tuvieron efecto búmeran contra el gobierno socialista español, en especial a partir de 1994.[cita requerida] El propio González ha sido acusado de estar tras la misteriosa figura del "Sr. X" (nombre con el que se refieren los medios de comunicación al hipotético dirigente del entramado GAL, cuya identidad real no ha trascendido), toda vez que el entonces Presidente del Gobierno declarase, en relación con los GAL, que "me enteré por la prensa".[56] El PSOE siempre ha negado toda responsabilidad respecto a los GAL[cita requerida] y González nunca ha sido acusado formalmente ante un tribunal por estos hechos.Sin embargo, durante su administración, González no permitió la investigación completa de los fondos reservados con los que se había financiado a los GAL.[60][61] Tras la investidura del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en 2004, que supuso la vuelta al poder del PSOE, nuevamente diferentes dirigentes socialistas, con Felipe González al frente, reclamaron el indulto total para Rafael Vera y otros condenados, aunque sin éxito.Estas palabras suscitaron polémica por parte de quienes las interpretaron como una referencia a los GAL.Entre sus métodos habituales estaban la colocación de bombas en los coches, tiros en la nuca y ametrallamiento en los bares donde supuestamente se encontraban los etarras.[79][80][81] También se ha alegado que en países del entorno europeo ha habido casos como el de los GAL.[82][83] En 1984 el empresario vizcaíno Luis Olarra declaró a la agencia Efe: «Los atentados de los GAL son una réplica, yo creo que todavía suave, al terrorismo».«Solamente se puede combatir de forma eficaz el terrorismo con sus mismas armas y métodos, todo lo demás son pamplinas».[84][85][86][87] En 1995, el teniente general José Antonio Sáenz de Santa María (que posteriormente estaría imputado por uno de los atentados del GAL[88] aunque fue exculpado) hizo unas declaraciones ambiguas al periódico El País en relación con la "guerra sucia" en la que, entre otras cosas dijo: «Le responderé con una máxima: En la lucha contraterrorista, hay cosas que no se deben hacer.Creo que he contestado.» «Me parece obscena, claramente [la actitud de la derecha ante el caso GAL].
Fachada del Hotel Monbar de
Bayona
, donde se perpetró el
atentado
en el fueron asesinados cuatro sospechosos con vínculos con ETA en 1985.