[5] La incidencia del carcinoma de células claras varía según factores geográficos, demográficos y, en menor medida, hereditarios.
[11] Cuando el carcinoma de células renales hace metástasis, se disemina con mayor frecuencia a los ganglios linfáticos, los pulmones, el hígado, las glándulas suprarrenales, el cerebro o los huesos.
[12] La inmunoterapia y la terapia dirigida han mejorado el pronóstico para el cáncer de células renales metastásico.
Ciertas personas pueden haber heredado el riesgo de un cáncer renal por lo que es importante la historia familiar del individuo.
Aquellos con el Síndrome de von Hippel-Lindau, una enfermedad hereditaria que también afecta los capilares del cerebro, con frecuencia son diagnosticados con cáncer renal.
En riesgo están también quienes, por otras enfermedades del riñón, requieren de tratamiento por hemodiálisis.
Bajo el microscopio, se ven en el tumor células que forman cordones, papilas, túbulos o nidos y que tienden a ser células atípicas, poligonales y de gran tamaño.
[19] En comparación con el pembrolizumab y el axitinib, probablemente provoque más muertes, pero puede reducir levemente los efectos no deseados graves.
[19] En comparación con las combinaciones de inmunoterapia (nivolumab e ipilimumab), el sunitinib puede producir una mayor progresión y efectos graves.