Esto exigía el control del Adriático frente a las invasiones cada vez más agresivas por parte de los británicos.Pese a que hubo muchos comandantes a cargo de las operaciones en la región, los dos más importantes fueron William Hoste y Bernard Dubourdieu, cuyas hazañas se celebraron en los periódicos de sus respectivas naciones durante 1810 y 1811.Como consecuencia, Francia canceló sus planes contra el Imperio otomano y La Grande Armée se dirigió hacia Rusia.[1] Una de las posesiones obtenidas por Francia gracias a esta división fueron las siete Islas Jónicas que dominaban la entrada al Adriático.Tanto los rusos como los otomanos consideraban a estos puestos de avanzada franceses situados en el Mediterráneo Oriental una amenaza y en 1800 un ejército ruso-otomano atacó la tremendamente fortificada ciudadela francesa en Corfú, la cual cayó tras un asedio de cuatro meses.[6] Dicho alejamiento estaba sostenido por una cláusula oculta del tratado que garantizaba la ayuda de Francia para continuar la guerra rusa contra los otomanos en los Balcanes.[8] Esto convirtió al Adriático en un mar francés desde el cual mandar libremente ataques contra los convoyes británicos, sus colonias y las escuadras de la Marina Real británica que mantenían el bloqueo y habían controlado el mar Mediterráneo desde la batalla de Trafalgar dos años atrás.[9] Para facilitar sus planes, la Marina Francesa realizó gran cantidad de encargos a los astilleros venecianos para así incrementar su poderío en la región mediante navíos producidos y con tripulación locales.[11] Durante 1807, los barcos británicos asignados al Adriático fueron relativamente pequeños y, por lo tanto, su impacto fue menor.Durante mayo, Campbell interrumpió la navegación desde el puerto más activo del Adriático y capturó a tres barcos que la Marina Italiana había enviado para combatirlo.[18] En el transcurso del año, los ataques británicos se intensificaron, conducidos por el Amphion de Hoste, que operaba desde Lissa.[19] El éxito ante la insignificante oposición francesa alentó al comandante británico en el Mediterráneo, Almirante Cuthbert Collingwood, a formar un destacamento para eliminar específicamente las guarniciones de Francia en las Islas Jónicas.[20] Escasos días después, las islas vecinas de Zante e Ítaca también se habían rendido y la fragata HMS Spartan, al mando de Jahleel Brenton, efectuó una invasión exitosa a Cerigo al poco tiempo.[21] La invasión a las Islas Jónicas no solo pretendía evitar que estas fuesen utilizadas por los franceses, sino también fomentar la independencia griega del Imperio otomano, con el cual los británicos se hallaban en guerra.[29] Dubourdieu permaneció en Lissa durante siete horas, pero luego se retiró a Ancona cuando los pesqueros locales le comunicaron que Hoste estaba regresando desde el sur.[30] La Flota Británica del Mediterráneo envió a Lissa al HMS Montagu como defensa contra un nuevo ataque y como precaución ante una intervención por parte del navío de guerra francés Rívoli, que estaba terminando de construirse en Venecia.[32] Hoste mantuvo una línea de combate cerrada, obligando a que Dubourdieu lo atacase directamente.[43] En febrero de 1812, el Rívoli zarpó desde Venecia por primera vez, con destino hacia Pula en su viaje inaugural.[44] La pérdida del Rívoli puso fin a los intentos de Francia por disputar el dominio británico sobre el mar Adriático.[46] Los cruceros británicos podían operar dentro del Adriático con tanta libertad que esto atrajo refuerzos de la Flota del Mediterráneo, como por ejemplo el HMS Eagle, que ocupó las cercanías de Ancona en septiembre y estableció un bloqueo sobre la ciudad, dando cacería y destruyendo convoyes sin oposición alguna.La primera escuadra británica importante fue asignada al Adriático a comienzos de 1813 bajo el mando del Almirante Thomas Fremantle.Bajo la dirección de Fremantle, las fuerzas británicas invadieron sistemáticamente las islas o ciudades costeras de Lagosta, Curzola, Carlopago, Cherso, Dignano y Giuppana, entre otras, capturándolas o destruyendo sus instalaciones portuarias para impedir que los franceses pudiesen utilizarlas.[50] Fremantle también instruyó a varios oficiales, Hoste incluido, que operasen de manera independiente.Corfú, el territorio que Francia mantuvo durante más tiempo en el Adriático, se rindió y fue anexado a los Estados Unidos de las Islas Jónicas, bajo protección británica.