La arquitectura africana corresponde a una amplia variedad de estilos arquitectónicos.
A lo largo de su historia, los grupos etno-lingüísticos que poblaron África han tenido sus propias tradiciones arquitectónicas.
En algunos casos, se han podido identificar amplios estilos, tales como la arquitectura saheliana en África occidental.
La arquitectura occidental también ha tenido un impacto en las zonas costeras desde fines del siglo XV y, actualmente, es una fuente de inspiración importante para muchos edificios, particularmente, en las grandes ciudades.
Los logros egipcios en arquitectura fueron variados, pasando por templos, ciudades cercadas, canales y diques.
En el lado oriental de la ciudad, se diseñó un templo y una capilla.
Una estructura importante fue el Deffufa, un templo de adobe en cuya cúspide se realizaban ceremonias.
Esta época tuvo una inmensa influencia de Egipto y, finalmente, lo conquistó.
Las pirámides nubias fueron construidas en tres sitios principales: El Kurru, Nuri y Meroe.
Las stelae (hawilts) fueron las únicas grandes estructuras monolíticas erigidas (o tratadas de edificar).
En la excavación arqueológica del asentamiento nok en Samun Dikiya, se descubrió la tendencia de construir en cimas, aunque en general los asentamientos nok no han sido ampliamente excavados.
La ciudad capital del Imperio Kanem-Bornu, Birni N'Gazargamu, podría haber tenido una población de 200.000 personas.
Contaba con cuatro mezquitas que podían albergar a 12.000 fieles.
[12] Existieron seis ciudades-estado hausas importantes: Kano, Katsina, Daura, Gobir, Zazzau y Biram.
Los comerciantes vivían en casas de piedra en una sección que contaba con 12 bellas mezquitas (como las describe Abu Abdullah al-Bakri), una de las cuales se dedicaba al azalá del viernes.