Lalibela

[2]​ Recibió su nombre actual del rey Gebra Maskal Lalibela (1172-1212), canonizado por la Iglesia etíope, que quiso construir en la ciudad una nueva Jerusalén en respuesta a la conquista de Tierra Santa por los musulmanes.

Cada iglesia fue tallada en una sola pieza de roca para simbolizar la espiritualidad y la humildad.

Lalibela fue la capital de Etiopía desde finales del siglo XII hasta el XIII.

El primer europeo conocido que vio estas iglesias fue el explorador Portugués Pêro da Covilhã (1460-1526).

[6]​ Sin embargo, Richard Pankhurst ha expresado su escepticismo al respecto, señalando que aunque Sihab ad-Din Ahmad proporcionó una descripción detallada de una iglesia excavada en la roca ("Fue tallada en la montaña.

Sus pilares también fueron tallados en la montaña"[6]​), sólo se menciona una iglesia; Pankhurst añade que "lo que tiene de especial Lalibela, (como todo turista sabe), es que es el lugar donde se encuentran unas once iglesias rupestres, no sólo una, ¡y todas están más o menos a un tiro de piedra unas de otras!

Así nació el sitio y recibió el nombre del rey fundador, Lalibela.

En una de las iglesias hay un altar que lleva una inscripción en ge'ez, la lengua litúrgica etíope.

Allí está escrito “Ángel Gabriel, intercede por mí y dame, en participación, tu reino.

Es una dedicatoria, una oración que el Rey Lalibela dirige al Arcángel Gabriel dedicándole este altar.

No solo transformó edificios antiguos en iglesias, también los creó desde cero, como Bete Giyorgis.

Se dice que la tumba de Lalibela está cerca, pero no es visible.

Sólo una descripción fue escrita en el siglo XVI por el Padre Francisco-Álvarez, evocando una criptacavado en la tierra y cubierto con una piedra.

El rey Lalibela ha sido reconocido como santo por la Iglesia etíope desde finales del siglo XV.

Iglesia de San Jorge en Lalibela, Etiopía.
Sacerdotes ortodoxos etíopes celebrando una procesión en Lalibela
Mapa de la zona de Lalibela
Iglesia de San Jorge excavada en las colinas rocosas de Lalibela.