En esos mismos momentos, el marqués de Villena, Juan Pacheco, y su hermano Pedro Girón, preparaban al infante Alfonso de Castilla para reemplazar al rey Enrique IV por su medio hermano.
Sus acciones no tardarían en ser reveladas, puesto que en mayo Alonso expulsó a su rival el conde de Cabra y a todos los vecinos partidarios del rey, y se declaró a favor del infante Alfonso con la ayuda del alcaide de los Donceles y otros miembros de la nobleza.
Cuando la Virgen se disponía a salir de la calle San Fernando, supuestamente una joven lanzó desde su balcón un cuenco con aguas fecales y llegó hasta el manto de la Virgen.
[4] Alonso Rodríguez, un herrero del barrio de San Lorenzo, indicó que la casa desde donde se había lanzado pertenecía a judíos y propició un ataque feroz a todos los judíos y conversos de la ciudad.
Esta matanza intentó ser parada por Pedro de Torreblanca, quien, sin embargo, recibió una herida por su oposición al ataque.
En este momento tuvo que interceder Alonso de Aguilar, quien asesinó al herrero con una lanza tras negarse a parar la masacre.
Para conmemorar esta matanza se instaló la denominada Cruz del Rastro.
El 16 de marzo de 1501, las tropas del ejército atacaron a los rebeldes, no obstante, esta acometida se encontró con un feroz contraataque que sorprendió a las tropas castellanas inmersas en el pillaje.